El hecho en si es muy grave porque el fallo de seguridad en una instalación tan sensible como es un aeropuerto ha sido más que evidente, sobre todo teniendo en cuenta la amenaza terrorista que existe sobre Melilla por parte de organizaciones internacionales, como el Daesh o principalmente Al Qaeda La inmensa mayoría de melillenses no da crédito a lo ocurrido el pasado sábado en el aeropuerto de Melilla, sobre todo tratándose de una de las instalaciones más vigiladas de Melilla, con multitud de cámaras y la presencia de tres cuerpos de seguridad, fundamentalmente la Guardia Civil, que tiene como misión la custodia de este recinto y una empresa de seguridad privada, además de la Policía Nacional, que tiene como principal misión el control documental de los pasajeros
Nadie se explica cómo un menor extranjero no acompañado (Mena) pudo sortear todas esas medidas de seguridad, incluida la valla que rodea el aeropuerto, para acceder hasta la misma pista sin que no fuera visto por nadie y lograra esconderse en el interior de la bodega del avión que tenía que partir a las 14.55 horas en dirección a Málaga.
Gracias al personal de tierra de Aeropuertos Nacionales (AENA), se pudo descubrir la presencia de esta persona, escondida en el lugar donde se transportan las maletas de los pasajeros y demás artículos que lleva el avión. De haber logrado su propósito de ir de polizón en esas condiciones, como ha admitido el propio consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, se desconoce qué consecuencias habría tenido para su integridad física, pero podría haber sido incluso mortal en un momento determinado.
El primer asombrado era Daniel Ventura, que admitió haberse quedado sorprendido al tener conocimiento de un hecho así. No obstante, también ha reconocido que los Menas son capaces de cualquier caso, incluso de jugarse la vida, para lograr el objetivo principal de todos los que llegan a Melilla, que no es otro que alcanzar la Península para, en la mayoría de los casos, proseguir a otros países de Europa.
El hecho en si es muy grave porque el fallo de seguridad en una instalación tan sensible como es un aeropuerto ha sido más que evidente, sobre todo teniendo en cuenta la amenaza terrorista que existe sobre Melilla por parte del as organizaciones internacionales, como el Daesh o principalmente Al Qaeda, cuyo líder ha proferido por sexta vez en los últimos tiempos su amenaza sobre una «yihad» sobre Ceuta y Melilla.
Porque todos los que se plantean que si un menor ha logrado lo que consiguió el sábado, sorteando todas las medidas de seguridad, vallas y cámaras del aeropuerto, qué hubiera pasado si el que lo hubiese hecho fuese un terrorista.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha anunciado un informe exhaustivo de lo ocurrido y una vez analizado, depurar responsabilidades si las hubiere entre quienes tienen la labor de vigilar el aeropuerto. A la conclusión del la Comisión de Seguridad de la Delegación del Gobierno, Abdelmalik El Barkani ha dicho que también ha hablado con el director del aeropuerto y ha recordado que éste ya solicitó hace unos meses mejoras en la seguridad de la instalación aeroportuaria, como la colocación de más cámaras y unas vallas más altas, que ya han sido admitidas por AENA.
Sea como fuere, el hecho es que un suceso como el ocurrido el sábado 7 de enero no puede volver a repetirse porque está en juego la seguridad de las personas, porque hoy ha sido un aspirante a polizón, pero mañana puede ser algo peor y eso, evidentemente, no se puede consentir.
