Siempre que he publicado algo en estas páginas ha sido escribiendo sobre la historia de nuestra ciudad, de nuestra querida Melilla, pero en esta ocasión es otro el motivo el que me impulsa a hilar unas pocas líneas. Esta vez es un recuerdo, un homenaje a un ser muy especial en mi vida y que hoy ya no está entre nosotros.
El pasado 10 de diciembre iniciaste tu último viaje, el que te ha llevado a reencontrarte con tus seres queridos, a los que tanto añorabas. Te fuiste en silencio, discretamente, pero plena del cariño y las atenciones que recibiste durante toda tu enfermedad por parte de muchas personas. Tu familia, tus amistades, todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerte lloramos tu ausencia porque no es fácil llenar el vacío que nos has dejado. Siempre fuiste un ser agradecido y te gustaba responder con el mismo cariño e incluso más del que habías recibido; por eso cómo tu deseabas hacerlo hoy yo me he tomado la libertad de intentar cumplir un deseo tuyo.
Durante el pasado 2016 en dos ocasiones estuviste ingresada tanto en el Hospital Comarcal de Melilla como en la Clínica El Ángel de Málaga y deseabas expresar públicamente el buen trato recibido en ambos centros hospitalarios.
Destacar la labor desarrollada por todos. Siempre decías que ponderabas el cariño recibido sin distinción del puesto que ocupase la persona: limpiadoras, médicos, auxiliares, enfermer@s. etc.
No sería justo dar nombres porque alguno, por olvido, podría ser omitido. Ellos supieron cuidarte y mimarte durante el tiempo que permaneciste ingresada. Eras observadora y veías cuando en ocasiones escaseaba algún material cómo el personal de planta intentaba suplirlo con el mayor de los cariños extralimitándose en sus funciones porque para ellos lo más importante es que el enfermo esté lo mejor posible.
Decías que querías escribir una nota en la prensa para que todo el mundo lo supiera y pudiera valorar ese trabajo tan maravilloso que desempeñan veinticuatro horas al día durante los 365 días del año.
Quizá tu hubieses utilizado otras palabras más acordes a tu forma de ser, a tu manera de expresarte. Yo solo he intentado cumplir lo mejor posible tu deseo…
Hoy hace un mes que te fuiste y no es fácil vivir sin ti aunque intentamos que la tristeza no nos invada y acudimos a tus maravillosos y alegres recuerdos para seguir adelante. Podría contar de ti tantas anécdotas, tantas cosas, que necesitaría muchas páginas, casi podríamos hacer un libro relatando tu vida pero sobre todo destacar tu gran corazón y la alegría que tenías y desbordabas, al igual que tu bondad.
Nunca supiste “querer a medias” y te entregabas en cuerpo y alma a cualquier proyecto que iniciases. Te gustaba servir a los demás y en la medida de tus posibilidades así lo hiciste siempre.
Por eso te fuiste en Paz y llena del amor y cariño que Tu habías repartido. Debes estar orgullosa del legado que has dejado aquí porque somos muchos los que lloramos tu partida y te recordamos cada día.
El sábado día 14, a las 18:30 se va a celebrar una Eucaristía en tu Parroquia de la Medalla Milagrosa.
Allí te recordaremos de un modo especial. Tu vida siempre estuvo ligada a esta Iglesia: bautizo, comunión y la celebración de tu boda con el que fue “el hombre de tu vida” y cuya muerte en septiembre de 1998 no llegaste a superar nunca. Ahora ya nada os separa. Os imagino como en mis recuerdos de niña, sentados juntos frente al televisor, Papa, “el eterno estudiante”, con su libro en la mano y Tú haciendo punto o ganchillo.
Pero no quisiera terminar estas líneas de homenaje y recuerdo a tu persona, con palabras escritas por mi sino por alguien que también te quiso mucho; Alba, uno de tus Tesoros, cómo lo era también Lorena, tu otra nieta.
Ella quiso expresar su dolor por tu pérdida en una de las redes sociales, de este modo:
“Según Darwin y su teoría evolutiva, sobrevivían los más fuertes o aquellos con mejores aptitudes que el resto. Hoy pongo en duda esa teoría. Ayer perdimos a una persona con todas las aptitudes que se le pueden pedir a un ser humano. Para ser grande y eterno.
Pero ese enemigo encubierto, cobarde y letal, llamado cáncer, entró sin llamar. Sin previo aviso vino y tal como vino se fue y se la llevó con él.
Hoy le decimos adiós a esa parte de ella que tantos años ha pasado con nosotros, con la esperanza de que su otra mitad "no física", no nos abandone nunca.
Si viese a Darwin ahora mismo, le diría cuatro cosas bien dichas. Tu teoría puedo desmentirla lanzando una pregunta al aire: ¿Por qué a veces las mejores personas son las que tienen que privarnos de su presencia?.
Hoy entre tanta niebla ha empezado a salir el sol. Quiero creer que es ella allí arriba, FELIZ y EN PAZ, después de dieciocho años sin el amor de su vida y más de sesenta sin su familia.
Nosotros hoy lloramos tu ausencia y no desistiremos nunca, porque tuvimos con nosotros al mejor ejemplo de lucha y valentía.
A partir de ayer “la eternidad es vuestra Abuelos” y algún día, ojalá dentro de mucho, también será nuestra.
Hasta la próxima Preciosa. Os amamos.”
Sé que estás a nuestro lado y que continúas cuidándonos la muerte no puede terminar con tanto Amor ni romper un vínculo tan fuerte como el que teníamos contigo. Ahora el dolor y la añoranza no me permiten ser yo misma, pero confío que con el paso del tiempo y con la fuerza que Tú me infundas seré capaz de recuperar la alegría perdida, y recordarte sin que mis ojos se inunden de lágrimas.
Quiero mirar al cielo y saber que allí, en ese lugar donde los cristianos pensamos que están las almas de los que fueron buenos y justos en esta vida, nos esperas hasta que se produzca nuestro reencuentro.
Hasta entonces te querré y recordaré siempre…
ISABEL Mª MIGALLÓN AGUILAR
