La caída de la grúa no fue el único contratiempo provocado por las rachas de viento que azotaron a Melilla durante la jornada de ayer. Los Bomberos tuvieron que llevar a cabo varias salidas por este motivo, la mayoría concentradas por la mañana y a primera hora de la tarde.
Así, los Bomberos fueron requeridos para abrir tres puertas en viviendas que se cerraron de repente por la corriente de aire y luego no podían abrirse. Una dejó encerrado en la habitación a un niño de apenas un año. Además, también actuaron en el desprendimiento de un cartel de la calle Castelar y para asegurar una valla en Huerta Carrillo.