El Ministerio Fiscal reclamó para una mujer acusada por un delito de denuncia falsa una sanción de 720 euros. Según declararon en la vista, la procesada se querelló contra un hombre por unos presuntos mensajes amenazantes y violentos que le mandaba desde dos teléfonos móviles distintos. Sin embargo, el grupo de investigación de la Policía Nacional terminó descubriendo que, en realidad, era ella misma la que se mandaba los mensajes a su teléfono por los que posteriormente denunció a la víctima. Una mujer tendrá que abonar 720 euros de multa después de interponer una denuncia falsa a un hombre, al que acusó de mandarle varios mensajes amenazantes. Según manifestó la mujer al querellarse en el año 2008, el individuo supuestamente le enviaba mensajes violentos desde dos números de teléfono distintos.
No obstante, un grupo de investigación de la Policía Nacional descubrió que, aunque uno de los números sí había pertenecido al hombre sobre el que pesaba la denuncia, dicho número llevaba tiempo sin enviar mensajes. Por otro lado, gracias a la información proporcionada por las compañías telefónicas, los agentes terminaron por saber que, en realidad, la mujer era la dueña de la segunda tarjeta sim y que solía introducirla en los teléfonos de sus amigas para enviar a su propio móvil los mensajes amenazantes que posteriormente denunció.
“Me causó un grave daño”
Según declaró el denunciado, sufrió un verdadero acoso por parte de la condenada. «No me dejaba vivir: me llamaba, me pinchaba las ruedas, me denunciaba, me robaba las cartas del buzón…», declaró ante la magistrada. Incluso llegó a perseguir a su familia y su mujer, según puso de manifiesto. «Me causó un grave daño con mi pareja, en mi trabajo y en mi vida», lamentó la víctima de la denuncia falsa.
Tras escuchar las declaraciones, el Ministerio Fiscal reclamó la sentencia condenatoria para la procesada por el delito de denuncia falsa, ya que consideró probado los hechos y que actuó con especial animadversión hacia el perjudicado. El castigo solicitado fue de una multa que ascendía a 720 euros.
La acusada no acudió al juicio, pero el letrado que la representaba se adhirió a la petición de la Fiscalía, por lo que la mujer será finalmente condenada.
