El consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, explicó que el reventón de la tubería producido en la tarde de este miércoles dejó al descubierto un tramo de unos 40 metros de la carretera Alfonso XIII, por lo que se mantendrán cortada la zona hasta finales de la próxima semana cuando termine la reparación de la carretera. Al respecto del suministro de agua, en la mañana de ayer se volvía a restablecer progresivamente en todos los barrios, tras toda una noche de trabajo por parte de los operarios de la Ciudad y de Valoriza. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, quitó hierro a esta avería y dijo que una tubería puede reventar "aquí, en Pekín o en Tombuctú", ya que "es una cosa normal". Casi en la misma línea se mostró el portavoz de Gobierno y también responsable de Medio Ambiente, quien indicó que es normal la avería de una tubería, pero en este caso conectaba con el depósito general, por eso su gran incidencia.
Además, Imbroda subrayó que la reparación de esta tubería se ha llevado a cabo en cuestión de pocas horas, un "tiempo récord" según Imbroda, que indicó que sólo queda por terminar la obra de la calzada, que no afectará al suministro.
Según informó el consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, a las 6.45 horas se restableció l suministro de agua abriendo poco a poco las válvulas para conseguir que el aire acumulado en las tuberías fuera saliendo sin provocar nuevos daños.
Del mismo modo, explicó que tras la avería no se cortó totalmente el suministro de agua, sino que se redujo la presión, ya que la tubería afectada es la que comunica algunos de los pozos con el depósito de Averroes, lo que impide el abastecimiento de los 15.000 metros cúbicos diarios de esos pozos.
Esta menor presión del agua ha podido afectar a los barrios más altos de la ciudad, especialmente a aquellos inmuebles que carecen de depósito, que han estado sin suministro hasta que se ha restablecido la normalidad esta mañana.
Dentro del pliego
Quevedo aclaró que la reparación de la tubería forma parte de las tareas de mantenimiento que están incluidas en el pliego de condiciones adjudicado a Valoriza. En concreto, dentro de los 150.000 euros que mensualmente recibe Valoriza para estos fines.
Por otro lado, Quevedo desconoce la causa exacta por la que llegó a estallar la tubería, pero señala que es una carretera con un gran tránsito, toda vez, que la tubería tiene más de 38 años.
