Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local culminaron ayer una nueva redada para interceptar a inmigrantes asentados en las inmediaciones del puerto de Melilla. Esta operación, que empezó el jueves por la noche y se reanudó ayer por la mañana, ha terminado con 73 inmigrantes magrebíes interceptados, 36 adultos y 37 menores de edad, que estaban asentados en la zona de Melilla La Vieja, las escolleras, los aledaños del puerto y el centro, con el fin primordial de colarse en el barco como polizones para llegar ilegalmente a la península. Esta operación policial empezó el jueves por la noche, con numerosos agentes de la Guardia Civil en la zona de las escolleras, mientras la Policía Nacional se hacía cargo del Pueblo y los accesos a Melilla la Vieja, y la Policía Local se repartió fundamentalmente por el centro, el Mantelete y el Paseo Marítimo.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno, la operación en la noche del jueves terminó con la localización de 43 inmigrantes, de los cuales 17 eran adultos. El resto, 26 concretamente, eran menores de edad, la mayoría de ellos (16) sin reseña anterior en el centro de protección de La Purísima, por lo que fueron trasladados al hospital para hacerles las pruebas oseométricas.
A la espera de los resultados, estos jóvenes ya han sido acogidos en el centro de Bienestar Social, adonde trasladaron a los otros diez menores sobre los que sí constaba reseña previa.
Ayer volvió a darse una nueva “actuación complementaria”, esta vez por parte de la Guardia Civil, que arrancó a primera hora de la mañana y terminó tras haber interceptado a otros 30 inmigrantes, de los cuales 19 eran adultos y 11 menores de edad. La mayoría de esta treintena de inmigrantes magrebíes estaba en la zona del recinto portuario, concretamente 25, mientras los otros cinco fueron localizados en las escolleras. Los menores fueron trasladados al centro de acogida de La Purísima.
