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BALONCESTO - LEB ORO

El Melilla Baloncesto somete a un combativo conjunto riojano (75-83)

Los melillenses encadenan su cuarta victoria consecutiva
(Autor: Miguel Herreros (Diario La Rioja))

El dominio en el rebote defensivo -espectacular en el primer cuarto (11-3)-, la diferencia en los tiros libres -9 (pleno de acierto) en el bando local y 27 por los visitantes, así como la producción interior de Arteaga para que el decano dominara en todo momento el partido fueron algunas de las claves del duelo disputado ayer en el Palacio de los Deportes de La Rioja.

El Melilla Baloncesto sigue con la flecha hacia arriba al encadenar ayer, en el Palacio de los Deportes de Logroño, su cuarta victoria consecutiva, después de doblegar al Calzados Robusta por 75-83, en un duelo en el que los pupilos de Alejandro Alcoba siempre fueron por delante, salvo 28 segundos merced al 27-26.
El resto del encuentro, con sus altibajos, fue dominado por un decano superior en el rebote, como demostró en los diez minutos iniciales -11 por 3-, y que supo jugar sus bazas, dando muchos balones a Arteaga debajo de canasta para sacar personales a los rivales y para sumar muchos puntos, además de permitir espacios a sus compañeros en acciones posteriores.
El conjunto melillense salió dominando. Lo buscó por dentro, cargando su juego sobre Arteaga, que, en un visto y no visto, le sacó dos personales a Birgander, lo que provocó la aparición en la pista del último en llegar a las filas riojanas, el lituano Kupsas. Dieron igual los 2,17 metros porque Alejandro Alcoba insistió en cargar sobre el pívot rival, así que Gatell tomó el relevo de su compañero para que su equipo fuera tomando una ligera ventaja en el marcador, 6-11.
Por si acaso, aparecía el lanzamiento exterior con Ott para doblar, 8-16, a un Calzados Robusta algo desajustado en defensa que concedía demasiadas licencias en el rebote (11, 6 ofensivos, a favor de los visitantes frente a 3 de los locales). El tiempo muerto que solicitó Antonio Pérez sirvió para recomponer ideas en los logroñeses y responder a los triples de Marcos Suka y Rivero para concluir el primer cuarto seis puntos arriba para los visitantes (18-24).
El juego se reanudaba con otra dinámica e intensidad, la que le imprimió Norris (10 puntos en el segundo cuarto) a un Clavijo que se exigía más en defensa y acertaba en el otro lado de la pista. De hecho, cinco puntos seguidos del norteamericano, unidos a dos acciones positivas de Laso y Bravo le dieron la vuelta al electrónico, 27-26 (minuto 13). Coincidencia o no, Gatell cometía su tercera personal y permitía que Fall ingresara en la cancha, una cuestión que pareció aprovechar el cuadro anfitrión.
El caso es que Alcoba frenó el ritmo de los riojanos para recuperar a Arteaga por dentro. Y el pívot acapara muchas bolas, tantas que con sus canastas permitía que el Melilla Baloncesto volviera a mandar en el luminoso, 34-40, una distancia que se amplió incluso hasta el 34-43 merced a una técnica local. Bravo redujo las diferencias con un triple, pero otra vez Arteaga (9 puntos en el segundo acto), con un dos más uno casi sobre la bocina, daba tranquilidad a los suyos para irse al descanso 37-46.
Salía el Calzados Robusta decidido. Galarreta, Pressley y Garrido atinaban para un parcial de 7-0 favorecido por dos acciones consecutivas de pasos de Fall, que, además, cometió tres faltas en poco más de tres minutos y fue eliminado por personales. Rivero daba aire a los visitantes con un triple y dos tiros libres, 47-51, momento para que pasado el ecuador del tercer periodo el Clavijo volviera a sufrir una técnica que se saldaba con tiro libre de Marcos Suka y un lanzamiento de 6’75 de Jorge Sanz, 51-57.
Dos lanzamientos fallados por Laso aumentaban la diferencia tras una bandeja de Gatell, lo que añadió más presión a un conjunto logroñés excesivamente fallón. Ante eso, debía apretar en defensa ante un Melilla Baloncesto que repetía lo que también le había funcionado, balones a Arteaga debajo de aro para producir. Con este panorama, el duelo alcanzaba el último cuarto con ventaja visitante, 56-63.
Tres tiros libres y un triple de Van Wijk disparaban al decano, que cogía la máxima hasta el momento, de 11 puntos, 58-69 con solo ocho minutos por jugarse. Sin embargo, el Calzados Robusta apretó los dientes, se puso el mono de trabajo en defensa y fue algo más incisivo en ataque, buscando penetraciones y balones por dentro. La consecuencia fue que los de Alejandro Alcoba acumulaban errores, algunos incomprensibles y otros fruto de la precipitación, que beneficiaban a un Clavijo que se acercaba y metía miedo, 69-71.
Restaban dos minutos y había partido. Pablo Almazán rompía la inercia de más de cinco minutos sin anotar de los visitantes para tranquilizar a sus compañeros y Marcos Suka, desde la personal, recuperaba un colchón, 69-75, más que positivo a 69 segundos del final. Bravo se colaba al sacar del lateral y Gatell se colgaba del aro para asegurar la victoria por mucho que el Calzados Robusta buscara alargar el encuentro con una sucesión de faltas personales.

Antonio Pérez Caínzos: “Nos sujetaron bien a nuestros cuatros”

El técnico del Calzados Robusta indicó, en rueda de prensa, que fue un partido “muy difícil. Nos sujetaron bien a nuestros cuatros. Mi equipo, pese a no tener el control del rebote defensivo, trabajó y luchó y se situó a dos puntos, a falta de tres minutos, con el hándicap de los tiros libres, 9 frente a 27, y eso que jugamos mucho por dentro”, apuntó.
Además, manifestó que los suyos “creyeron en el partido y fuimos mejorando la situación del rebote defensivo. El equipo hizo un trabajo grande” y dijo también que “no es fácil tomar decisiones (sobre los árbitros). Defensivamente, iba a ser un choque difícil de arbitrar con dos cincos que aglutinan muchos balones, con mucho contacto”.

Alejandro Alcoba: “Fue un partido muy exigente”

El entrenador del Melilla comentó a la conclusión del partido que “Logroño nunca es una salida cómoda. Fue un partido muy exigente para nosotros. Llevamos la delantera, pero en los últimos minutos sufrimos” y añadió que “en el primer cuarto estuvimos muy bien en defensa. Y supimos parar el juego de indirecto en el primer tiempo. Al final del segundo cuarto nos desajustamos y permitimos bandejas y canastas fáciles”, aseguró.
También indicó que “Clavijo apretó, subió las líneas y eso nos provocó algo de dudas porque no encontrábamos canastas. No reaccionamos hasta el último tramo del tercer cuarto. Mientras que en el último ellos nos hicieron mucho daño con el bloque directo y se acercaron en el marcador. Pero tras un tiempo muerto, apretamos en defensa para cerrar el encuentro”. Y finalizó diciendo que “Fall había jugado tres partidos antes con nosotros y tiene que aprender, de no meter la mano cuando no debe o de no hacer pasos. Está en proceso de adaptación”.

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Carlos R.Busto

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