El Balonmano Virgen de la Victoria de Melilla disputará mañana domingo una nueva final de las doce que tendrá que jugar hasta que finalice la presente temporada, en la que los de Faisal Salmi partieron con el único objetivo de permanecer en la Primera División Estatal. Los amarillos, después de vencer en la pasada jornada en una de las canchas más difíciles del Grupo F, pueden dar, en caso de lograr la victoria un paso muy importante para lograr el ansiado sueño de la permanencia. En esta ocasión, recibirá la visita de un rival directo, el conjunto castellano manchego del Balonmano Manzanares, un equipo que se encuentra situado en el puesto undécimo de la clasficación, con 14 puntos, tan solo dos más que el equipo de la Ciudad Autónoma. El encuentro se disputará en el escenario habitual donde juega sus partidos el equipo melillense, el Pabellón Municipal Lázaro Fernández y comenzará a partir de las 11’00 horas, esperándose una buena asistencia de aficionados para animar a los locales en este transcendental partido.
Faisal Salmi, entrenador del Balonmano Virgen de la Victoria, contará con todos sus efectivos, por lo que podrá disponer de su equipo de gala para intentar ganar el encuentro y, además, superar el average particular, pues cabe recordar que en la primera vuelta, los manchegos vencieron a los melillense por un ajustado 29-28.
El equipo presidido por José Andrés Moya llega a este choque en un excelente momento, ya que el pasado domingo venció en una de las canchas más complicadas de la competición, superando al Gaes Maristas de Málaga por 27-30.
Para este choque, el plantel amarillo es consciente que la clave volverá a estar en la defensa para, a partir de ahí, poder organizar el contragolpe, aunque Faisal Salmi ha trabajado, de una forma específica, con sus jugadores esta semana cómo poder atacar mejor las defensa abiertas que plantean sus rivales.
Además, el cuadro melillense es consciente que el equipo de Ciudad Real será bastante complicado, ya que destaca principalmente por su buen aspecto defensivo y, además, en ataque ha mejorado notablemente con el fichaje del pivote Daniel Cruz, un jugador de dos metros de altura, procedente del Balonmano Azuqueca, club castellano manchego que milita en la Segunda División Nacional.
