Los sindicatos policiales han valorado de manera muy dispar lo que ha supuesto el primer día de cierre de la frontera de Farhana por las obras de remodelación a las que está siendo sometida. Lo que para el Sindicato Unificado de Policía (SUP) fue una jornada con “tranquilidad reinante en todos los pasos habilitados”, para la Unión Federal de Policía (UFP) se resume en “un caos tremendo”.
En declaraciones a MELILLA HOY, el secretario general del SUP, Jesús Ruiz Barranco, admitió que “puntualmente ha podido haber colapso” durante la mañana en el paso de Beni-Enzar, aunque consideró que es normal que eso pueda ocurrir. De todos modos, dijo que eso afecta al comercio atípico, que tiene su carril específico respecto al resto del tránsito, y apuntó que en Barrio Chino había “incluso menos actividad que otros días”.
La UFP no lo vio igual. Su secretario de Organización, Antonio Guillén, lamentó el “caos tremendo” que se había dado fundamentalmente en el paso de Barrio Chino, de lo que culpó a las autoridades marroquíes por su “falta de ética y colaboración”. También elogió el trabajo de los policías e hizo un llamamiento para que aumente el personal en los pasos fronterizos. Dijo que le hubiera gustado “una previsión sobre este tema”, algo que a su juicio no ha ocurrido, lo que ha provocado la necesidad de cerrar a cal y canto el paso de Farhana. Según UFP, se podría haber evitado esta “decisión salomónica” abriendo la frontera por la mañana y dejándola cerrada por las tardes para desarrollar las obras en ese periodo y por la noche. “Así, los comerciantes y porteadores habrían podido seguir trabajando y los policías no se habrían estresado tanto con las obras. Nadie habría perdido, pero es una lástima porque al final quien paga es el currante, tanto el marroquí, que usa la frontera, como los agentes”, concluyó.
