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“Hemos luchado por la empresa, aguantando sin cobrar y encima se han portado mal”

Imagen de archivo de la inauguración de uno de los establecimientos

"Hemos estado luchando por la empresa, aguantando sin cobrar y encima se han portado mal", relata uno de los empleados de Euroáfrica Supermercados S.L. (empresa que tenía dos tiendas de Eroski en Melilla). Unos 13 trabajadores, tras el cierre sin aviso previo a mediados de enero, han demandado a la empresa que debe más de 80.000 euros en nóminas que no cobran en algunos casos desde septiembre. A todo esto se suma, una situación de 'bloqueo' que no deja dormir a más de uno, y es que la empresa no ha hecho resolución del contrato y no les dan de baja en la Seguridad Social, lo que les impide poder buscar trabajo y darse de alta en otra empresa. Dar lo máximo de uno mismo y no recibir nada: "No nos han correspondido". Así se sienten los 13 empleados que quedaban en la plantilla de las dos tiendas que instaló Euroáfrica de Supermercados S.L. en el centro de la ciudad y en el barrio de El Real, primero con Eroski y posteriormente con su propia empresa, dado que a finales de noviembre finalizaron el contrato con la empresa vizcaína.

A mediados de enero la tienda de alimentación cerró sus puertas a los consumidores por una orden de desahucio por impago del alquiler del local, con más de 80.000 euros en nóminas que no cobraban en algunos casos desde septiembre, según señalan a MELILLA HOY.

Según han podido conocer los empleados, el local del centro solo tenía pagado el alquiler hasta abril de 2016 y la tienda del Real, que cerró una semana antes porque les cortaron la luz, también por impago, adeudaba con el arrendatario varios meses de alquiler.

No les dan de baja de la SS
Del mismo modo, parte de las trabajadoras ni si quiera les han dado de baja de la Seguridad Social lo que les impide poder acceder al paro o buscar otro empleo hasta que a través de la Inspección de Trabajo les han recomendado que se den de "baja de oficio" hasta poder acceder a otros empleos.

Empleos, que según cuentan algunos de los empleados en los últimos meses han rechazado, dado que todos esperaban que la empresa pudiera o traspasarse o poder ser de nuevo franquicia de algún otro gran supermercado.

Una promesa, que no solo les hicieron a los empleados hasta el último día en el que clausuraron, sino que el propio responsable anunció en declaraciones a este periódico cuando indicó que estaban en proceso de recapitalización de la empresa tras graves problemas de liquidez de los que culpaba a la Ciudad Autónoma, al retrasar la concesión de licencias y autorizaciones.

Las empleadas habían hecho suyos los problemas de liquidez de la empresa, lo entendían y seguían echando las horas que hicieran falta, iban a otros proveedores a comprar lo mínimo para la tienda, se quedaban hasta la madrugada cuando llegaban los camiones cuando aún recibían mercancía desde la Península y nunca faltaban a sus puestos de trabajo y es que iban hasta cuando se encontraban enfermas. Eran (y son), las trabajadoras que todo empresario querría tener en su plantilla.

Dificultades para mayores de 35
La mayoría de la plantilla son mujeres mayores de 35 años y se les hace un mundo, volver a encontrar empleo en una ciudad que cerró 2016 con 11.784 demandantes de empleo: la mayoría mujeres (6.410), mayores de 25 años (5.659) y donde el sector servicios se lleva la peor parte (7.927).
"Lo que ha quedado es sobre todo psicológico", sostiene una de ellas y es que al dejarlas en esta situación se llegan a cuestionar sus capacidades y es que después de dar lo mejor, se han visto que la empresa no ha tenido ni un mínimo de cortesía.

Ahora ven de otra manera aquel verano de 2016 en el establecimiento del centro, en el que tuvieron que trabajar con altas temperaturas, que llegaron incluso a afectar a los usuarios en el establecimiento del centro de la ciudad.
"Era un trabajo fijo, tu plaza, y todas éramos una gran piña", recordaba otra de las trabajadoras y es que han visto como se han ido numerosas personas de la empresa que empezó con unos 30 trabajadores hasta reducirse a la mitad.

Ahora gran parte de las trabajadoras se encuentran en una situación de 'bloqueo'. "Todo el día en la casa sin hacer nada, te vuelves loca" y es que esperan recibir desesperadamente el mensaje de la Seguridad Social para que les den de baja y poder buscar un trabajo.

Por otro lado, según ha podido consultar este diario a través de los datos públicos se Proyecto Melilla (Promesa), la empresa fue beneficiaria de dos ayudas cofinanciadas entre la Ciudad y la Unión Europea de 107.000 euros y 93.000 euros. Sin embargo, señalan los trabajadores que nunca pudieron recibir dicha ayuda al no poder justificarlas.

Un silencio sepulcral
MELILLA HOY lleva intentando contactar con Alfonso López desde hace tres meses, tras constatar que la recapitalización no se había producido, pero no hemos obtenido respuesta. Al igual con la empresa matriz Eroski, para confirmar la rescisión con Euroáfrica, pero tampoco se han pronunciado al respecto.
"Si en un principio hubieran sido sinceros hubiéramos llegado a un acuerdo, pero nos han mentido hasta el final", lamentaba una de las trabajadoras.

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Nerea de Tena Alvarez

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