Las iglesias y parroquias melillenses, como la de Santa María Micaela, se sumaron ayer a la celebración del Miércoles de Ceniza, la ceremonia en la que con las cenizas de las ramas de olivo del pasado año se marca una cruz en la frente de los creyentes, coincidiendo con el inicio de la Cuaresma que culminará con la Semana Santa.