El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, no ocultó ayer su enfado con la oposición después de que aprovechara su ausencia y la de Francisca Conde por los retrasos aéreos para rechazar los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma (PGCAM) de 2017. Para Imbroda, Coalición por Melilla (CPM), PSOE y C’s se han retratado como “una oposición desleal y políticamente miserable”, porque con esta “deslealtad institucional con mayúsculas” ha provocado un daño “no al Gobierno, sino a los melillenses”. Imbroda lamentó que la “broma” de la oposición supondrá que los PGCAM entren en vigor un mes más tarde de lo que estaba previsto. Eso provocará retrasos en la aplicación de algunas de las actuaciones que la Ciudad Autónoma iba a acometer de forma urgente. Y todo ello, porque el resto de grupos no accedieron a esperar una hora, que fue lo que tardó el avión de Imbroda y Conde en aterrizar en Melilla.
Eso, a pesar de que, según Imbroda, su Gobierno está “harto” de acceder a las peticiones de la oposición. En este sentido, advirtió de que lo de ayer marca “un antes y un después”: “Se ha acabado la colaboración institucional, que no nos pidan jamás ni por una fiesta”, aseveró Imbroda al considerar que “no hay derecho” a que los melillenses tengan que “pagar un mes” de retraso en la aprobación de “los PGCAM que quiere la mayoría del Pueblo de Melilla”. Se trata, dijo, es “un gesto de desaire total a los ciudadanos”.
Imbroda también dejó caer una acusación sin especificar nombres al apuntar que “habrá que investigar si uno de los miembros destacados de la oposición con un trabajo sensible lo ha abandonado precipitadamente para estar en el Pleno y poder tener la mayoría absoluta”.
Negó que se trate de una victoria política de la oposición y avanzó su intención de pedir que los diputados no cobren las dietas de las comisiones y plenos que ahora habrá que celebrar para aprobar los PGCAM. “Si no, sería un fiasco”, afirmó.
