Una de las claves de la victoria del Força Lleida residió en la fuerte presión que ejercieron los aficionados, sobre todo, en el último cuarto y en la prórroga. El público llevó en volandas a sus jugadores. Otro factor determinante para explicar la derrota del decano fueron las 16 pérdidas de balón que cometieron en tanto que las recuperaciones solamente fueron 6. Estas pérdidas se acentuaron en el último acto, en la que los jugadores melillenses llevaron a cabo hasta seis.
El Melilla Baloncesto sucumbió ayer en la pista del Força Lleida (87-82), tras caer en una prórroga, ya que el partido finalizó con empate a 75 puntos. Las malas decisiones en ataque en el tiempo de prolongación fueron determinantes para que el equipo de Alejandro Alcoba cayera en la cancha ilerdense.
Pese a sus errores en los últimos minutos, Marcos Suka fue el máximo anotador del encuentro con 21 puntos, bien secundado por Pedro Rivero, que anotó 18. Tras esta derrota, en palabras de su entrenador, el decano da prácticamente por perdidas las posibilidades de quedar campeón de la fase regular.
La puesta en escena de los visitantes fue espectacular. De salida, el conjunto de Alejandro Alcoba cobró rápidamente siete puntos de ventaja (2-9) cuando apenas se habían jugado tres minutos. Marcos Suka y Pablo Almazán lideraron este espectacular comienzo. El cuadro ilerdense fue a remolque durante prácticamente todo el periodo y no pudo ponerse por delante hasta el 16 a 15 coincidiendo con el minuto 8. A lo largo de este acto ambos equipos defendieron con gran intensidad hasta el extremo de que las defensas individuales se convertían en presión durante muchos minutos. Al final del cuarto, el resultado era de empate a 19 puntos, aunque la valoración de los dos contendientes era claramente favorable a los locales (22/15), gracias a su superioridad en el rebote, puesto que los de Borja Comenge habían capturado ocho, mientras que los de Alcoba se había quedado en cuatro.
Los inicios del segundo asalto fueron dominados por el Lleida, que consiguió un parcial de 7 a 0, que enlazados con el final del primer cuarto se convirtieron en un 9 a 0. El 26 a 19 del minuto 13 obligó a Alejandro Alcoba a pedir un primer tiempo muerto. La reacción del Melilla Baloncesto no se hizo esperar y rápidamente se apretó el electrónico, con un 26 a 23 con un parcial de 0 a 4. Hasta el descanso, ambos equipos se movieron con una gran igualdad y con intensas defensas, fruto de las cuales se llegó al descanso con empate a 35 puntos. En este segundo acto destacó, de nuevo, el gran trabajo de Marcos Suka, que se fue al intermedio con 11 puntos.
Tras el intermedio, los catalanes parecieron más entonados y, tras un parcial de 7 a 2, se escaparon hasta los cinco puntos de renta con el 42 a 37. Arteaga volvió a igualar el marcador al filo del minuto 25 (46-45), pero cuando el Lleida había vuelto a recuperar los cinco puntos de ventaja (51-46) emergió la figura de Pedro Rivero que anotó en apenas dos minutos once puntos, merced a tres triples y dos tiros libres. Al término del tercer cuarto se llegó con los visitantes cuatro puntos arriba (53-57) y con la sensación de que los de Alejandro Alcoba tenían el choque muy controlado, tras un parcial final de 2 a 9.
El decano continuó dominando en el arranque del último periodo y recuperó su máxima renta de 7 puntos en varias ocasiones (53-60 y 57-64). Sin embargo, los errores en ataque condenaron, otra vez, al equipo melillense que a los 35 minutos había visto como el Força Lleida le había superado incluso en el luminoso (66-65), después de un parcial de 9 a 1. Marcos Suka volvió a dar la delantera al Melilla Baloncesto con un sensacional triple (68-71), pero Garrett Nevels, con un lanzamiento a falta de 10 segundos, nuevamente estableció la igualada en el electrónico, ahora a 75 puntos, y forzó la prórroga. Rivero aún dispuso de una oportunidad para dar el triunfo a los suyos, pero no estuvo acertado en el lanzamiento.
En el tiempo suplementario fue claramente mejor el Actel Força Lleida de Borja Comenge, que incluso llegó a contar con una renta de 6 puntos (87-81), tras una serie de jugadas de un acertado Garrett Nevels, que rompió totalmente la estrategia del Melilla Baloncesto. Al final, 87-82.
ACTEL FORÇA LLEIDA: José Simeón (2), Kregor Hermet, Garrett Nevels (22), Gerard Sevillano (5), Leo Demetrio (6) -cinco inicial-, Miquel Feliu (16), Marc Rubín (2), Marc Martí (14), Alfons Alzamora (2), Papa Mbaye (11) y Juampi Sutina (7).
MELILLA BALONCESTO: Jorge Sanz (2), Pablo Almazán (6), Marcos Suka (21), Kevin Van Wijk (8), Oliver Arteaga (10) -quinteto inicial-, Héctor Manzano (11), Eloy Almazán, Pedro Rivero (18), Massine Fall (1), Alfredo Ott (3) y Edu Gatell (2).
Borja Comenge: “El partido fue de un gran desgaste físico”
El técnico del Força Lleida explicó, en rueda de prensa, que “el partido fue muy igualado, incluso en la prórroga. Hubo mucha intensidad durante los 40 minutos y el partido resultó de un desgaste físico y mental muy importante, sobre todo, por parte nuestra. La victoria viene de la gran dureza mental que tuvimos, tras un mal inicio de encuentro. Empezado 0 a 5 y estábamos en el peor escenario posible, pero nosotros supimos seguir nuestro estilo y los jugadores tuvieron mucha fe. Tiene mucho mérito haber podido empatar el choque”.
Alejandro Alcoba: “Todos los finales apretados y las prórrogas se nos van”
El entrenador del Melilla Baloncesto dijo al finalizar el partido que “fue muy igualado y en el que nosotros entramos con las cosas muchas más claras que el Lleida, dominando claramente el principio del partido. Arteaga y corriendo en campo abierto nos dieron ventaja, porque, además, dominábamos el rebote”. Para Alcoba no supieron “jugar bien las situaciones y tuvimos el balón para ganar, pero hubo que llegar a la prórroga, y la misma está siendo nuestro sino de este año. Todos los finales apretados y las prórrogas se nos van por malas decisiones que tomamos”, apuntó.
