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Un policía nacional salva la vida de dos personas en sólo un mes en Melilla

Miguel Noguera, el oficial de Policía

Un oficial de de la Policía Nacional fuera de servicio y destinado en Melilla, Miguel Noguera, ha salvado la vida de dos personas en sólo un mes. La primera, el 14 de febrero, cuando hizo una reanimación cardiopulmonar a un hombre que sufría un infarto en la calle General Pareja. Ayer, 29 días después de aquello, la casualidad quiso que se repitiera la historia, casi a la misma hora y a escasos 30 metros, cuando en la calle General Marina ayudó a otro hombre que se desvanecía y terminó entrando en parada cardiorrespiratoria. Su intervención fue clave para evitar que se tragara la lengua y buscar ayuda a una doctora y una enfermera de una clínica cercana mientras llegaba la ambulancia. Según explicó en una nota de prensa la Jefatura Superior de Policía, el suceso de ayer se produjo sobre las 12.30 horas, cuando Noguera iba caminando por la calle General Marina para entrar de servicio en la estación marítima. Él mismo relató en declaraciones a MELILLA HOY que había seguido la misma rutina de siempre, ya que suele dejar su coche por el centro para ir hasta el puerto a pie dando un paseo.
Acababa de aparcar cuando de repente, mientras iba por la calle General Marina, vio cómo un hombre que iba en la moto se detuvo y empezó a mirar hacia abajo quitándose el casco. El agente pensó que algo había pasado y se acercó para comprobarlo. Entonces fue cuando observó cómo un joven de unos 28 años de edad, al parecer marroquí, estaba sufriendo un desvanecimiento. Una chica, que estaba a su lado, ya estaba llamando al 061.

Se ahogaba con la lengua
“Tenía el rostro pálido, respiraba mal y tenía la mirada perdida”, explicó el policía, que se aproximó de inmediato al joven. Enseguida se dio cuenta que había un problema en su boca, ya que el chico se estaba asfixiando con su propia lengua. Por ello, pidió ayuda a un transeúnte y tumbó a la víctima en posición de seguridad, pero al ver que seguía sin reaccionar, empezó a presionarle la mandíbula para liberarle la lengua. Al final lo consiguió, aunque el chico empezó a soltar fluidos por la boca.
El policía reaccionó entonces pidiendo a las personas que estaban allí en la calle que fueran a pedir ayuda a la clínica Asepeyo, que estaba justo al lado, y de la que salieron inmediatamente una doctora y una enfermera para asistir a la víctima, que en ese momento entró en parada cardiorrespiratoria. Fue entonces cuando la médico tomó las riendas para empezar una resucitación cardiopulmonar, mientras el policía sujetaba al joven la cabeza para que pudiera entrarle el aire.
Pero el chico tampoco reaccionaba, por lo que optaron por sacar un desfibrilador de la clínica y aplicarle una descarga. Justo entonces, según explicó Noguera, llegó la ambulancia del 061, que siguió aplicando descargas al chico, a quien también inyectaron varias sustancias, hasta que lograron reanimarlo.

En la UCI del Comarcal
El joven fue trasladado en ambulancia con pulso y fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal. Se encuentra estable y fuera de peligro, pero bajo vigilancia médica.
El pasado 14 de febrero, este agente salvó la vida a otro ciudadano que sufrió un infarto en la calle General Pareja, cerca de donde ocurrieron ayer los hechos, cuando se dirigía a su puesto de trabajo y consiguió que el hombre recuperara la respiración y el pulso gracias a sus maniobras de reanimación cardiopulmonar.

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Redacción

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