La U.D. Melilla presentó ayer viernes a Juan Moya como nuevo entrenador del equipo azulino B por lo que resta de temporada, en sustitución del destituido Josu Uribe. El presidente del club melillense, Luis Manuel Rincón, indicó que Juan Moya podrá dirigir al equipo el próximo domingo, en el encuentro de Liga ante el Atlético Sanluqueño, una vez que se ha resuelto la situación contractual del anterior técnico. De igual modo, afirmó que la directiva ha apostado «por un míster de la casa, con una trayectoria dilatada y que pensamos va a ser el revulsivo idóneo para las últimas nueve finales de Liga».
Juan Moya ya dirigió al Melilla en las temporadas 2012-13 y 2013-14 y lo clasificó en los puestos noveno y octavo, respectivamente, mientras que en la campaña 1991-92 formó tándem con Francisco Sánchez Montoya en las últimas cinco jornadas, en las que se consiguió mantener en la categoría. Por aquel entonces, Moya hizo famosa la célebre frase de que los jugadorres debían tomar “pastillitas de fe” para lograr la permanencia.
El técnico melillense informó que su vinculacón con la U.D. Melilla será sólo hasta final de la próxima temporada. «Sólo estoy aquí para ayudar al equipo, así me lo han pedido el presidente y la Junta Directiva. Sólo voy a estar hasta el final de temporada”.
Juan Moya agradeció, en primer lugar, al presidente y a la Junta Directiva de la U.D. Melilla su confianza “por darme la oportunidad de volver a entrenar al equipo de mi ciudad», aunque también tuvo palabras de agradecimiento al ya ex técnico Josu Uribe, «ya que ha hecho un gran trabajo con la plantilla y ha conseguido que sea muy fiable».
A continuación, afirmó que llega muy ilusionado por ayudar al Melilla a conseguir el Play-Off, una vez el plantel ha asegurado la permanencia. «He entrado con mucha ilusión. Si yo no creo, estamos perdidos, y en estos momentos yo creo, ya que el reto es muy bonito y el vestuario está ilusionado en hacer algo bonito, por lo que espero trasmitir esa ilusión que todos tenemos para dar ese empujón de alcanzar el objetivo que todos queremos», destacó.
«Yo entro en una situación cómoda, pues no es la misma que la de mis anteriores etapas en el club. En mi primera temporada teníamos que ganar sí o sí, jugando al límite para salvarnos, y en las otras dos teníamos unas premisas del cincuenta y el setenta y cinco por ciento de jugadores locales», explicó.
El prepador melillense se mostró tranquilo porque la categoría «ya está salvada la categoría», pero se centró en el segundo objetivo. «A partir de ahora, no tenemos nada que perder y vamos a intentar ser todo lo ofensivo que podamos, pero sin romper todo lo bueno que ha hecho Josu Uribe».
A continuación, se deshizo en elogios sobre el plantel del Melilla. «Es un equipo solidario, con una gran capacidad de trabajo, con un espíritu de lucha bárbaro, generoso en el esfuerzo y muy fiable, que compite en todos los partidos. Lo único que necesitamos es suerte para que el balón entre, si hubiese ocurrido antes no estaría yo aquí. Eso es el fútbol y espero que me acompañe la suerte».
Sin embargo, dijo que las cosas no se pueden cambiar de un día para otro. «Necesitamos un poco de tiempo para poder cambiar ciertas cosas. El equipo está muy bien trabajado en el aspecto defensivo y posiblemente me toque intentar dotarlo de otras cosas para intentar ser un poquito más ofensivos».
Ser más ofensivo
A este respecto, subrayó que la intención es que el conjunto azulino sea más ofensivo. «Vamos a intentar por todos los medios posibles ganar todos los partidos, pues no nos queda otra. Lo importante es que ya tenemos 45 puntos y lo mejor que nos puede pasar es ganar todos los partidos que podamos, pero en esta mi nueva etapa no entreno con la presión de salvar el descenso, sino con la seguridad de que el trabajo está hecho».
Sin embargo, subrayó que no hay que tener ansiedad «por ganar los partidos, sino jugar con orden, ya que el fútbol es un deporte de pausa», aunque consideró que todo «es cuestión de que la pelota entre en la portería contraria, de lo contario a los entrenadores nos ‘fusiláis’ los periodistas, pero si la pelota entra, seguramente pondréis en primera plana que somos unos fenómenos».
Por otro lado, dejó bien claro que «todos los futbolistas van a ser importantes, unos más que otros, eso está claro, pues esta plantilla es muy equilibrada, cuando entra un jugador, iguala o mejora el equipo, y eso es un trabajo que se ha hecho desde el cuerpo técnico».
En otro orden de aspectos, se le preguntó su parecer sobre los comentarios en las redes sociales, solicitando otros candidatos para el puesto de entrenador del Melilla, menos el de Juan Moya. «No sé nada de eso y es la primera noticia que tengo. Lo que he hecho hasta ahora es ir al huerto a regar, a jugar al golf, a pasear con mi amigo Manolo Agulló y a tomarme una cerveza si me daba tiempo. Lo siento, pero intento que aquellas cosas que puedan dañarme no influyan en mí. Los directivos me han comentado que la única opción que ha manejado era la mía y que creían en mí, y si el club así lo cree, yo voy a muerte con ellos. No obstante, eso es normal, todos tenemos a gente que nos quieren y a otra gente que no. No hay que darle más vuelta, es muy respetable, pero no voy a entrar en ese tema. Creo que sobra», concluyó.
