Para Fadela Mohatar la verdadera importancia es que Lal La Buya no se quede reducida a un proyecto destinado únicamente a un colectivo que, sin duda, tiene una gran trascendencia como es el de las mujeres en riesgo de exclusión social, sino que su repercusión se extienda a otros sectores profesionales y culturales. El objetivo de cualquier siembra pasa inevitablemente por la recogida de los productos. Y eso es lo que ya de forma progresiva va consiguiendo aquel proyecto de ciudad, Lal La Buya, emprendido por la actual consejera de Cultura, por entonces viceconsejera de la Mujer, Fadela Mohatar, y que ya en 2015 se presentó en la Casa Árabe y en la Pasarela La Razón de la capital madrileña con la colección de Moisés Castañeira. Desde entonces el germen que comenzó como un curso de formación para mujeres desempleadas se ha convertido con el apoyo de varias ONGs y el importante aporte de la Ciudad Autónoma en un proyecto de emprendimiento laboral ahora encabezado por mujeres sobrevivientes que además va obteniendo notorios reconocimientos como la reciente Copa España Creativa, un galardón que premia a los proyectos más innovadores del territorio español y que se entregó a lo largo del IV Fórum de Ciudades y Territorios Creativos de España celebrado en Málaga de los días 10 al 12 del pasado noviembre.
Ahora el proyecto acaba de recibir un gran respaldo por parte del prestigioso diseñador Ion Fiz que visita la ciudad donde impartió ayer una muy interesante master class en la Escuela de Arte Miguel Marmolejo entre alumnos del Módulo de Diseño e Indumentaria, entre otros asistentes a la cita, en la que compartió sus primeras vivencias en el mundo de la moda, su trayectoria amenizada con anécdotas y las dificultades y satisfacciones que le ha aportado la creación de una importante casa de modas.
Pero, a su vez, la estancia del modisto de reconocida proyección internacional se complementa con la toma de contactos que a lo largo de la semana mantendrá con las mujeres que integran Lal La Buya, que podrían, si así lo decide Fiz, elaborar su colección Primavera Verano 2018. Una medida que supondría un respaldo a la iniciativa de emprendimiento cultural e igualdad de género y, en definitiva, al arte y la cultura como oportunidades de desarrollo y cohesión social.
Un respaldo importante al trabajo desarrollado a lo largo del pasado año, aunque la verdadera importancia, para Mohatar es que Lal La Buya no se quede reducida a un proyecto destinado únicamente a un colectivo que, sin duda, tiene una gran trascendencia como es el de las mujeres en riesgo de exclusión social, sino que su repercusión se extienda a otros sectores profesionales y culturales de variadas vertientes, como son las empresas con responsabilidad social corporativa y que además se enfoque como una recuperación de oficios tradicionales como los talleres textiles y de ahí que el reconocimiento por parte de Ion Fiz adquiere una gran importancia. Por tanto, una iniciativa de economía social para favorecer la cohesión social y la creación de tejido productiva basado en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y la vinculación entre cultura y desarrollo aprovechando las ricas tradiciones milenarias de la zona en aras a estimular el desarrollo y el progreso económico de la ciudad.
