El presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, ha cumplido un año y medio en el cargo y el gran proyecto que tiene sobre la mesa es la ampliación del Puerto, pero no es el único. En una entrevista concedida a MELILLA HOY y su Editor, Enrique Bohórquez López-Dóriga, Miguel Marín habla de plazos y fechas, y de externalizaciones de servicios que actualmente dependen directamente de la administración pública y con las que se pretende lograr un mayor rendimiento, como ocurrió con la Estación Marítima. Entre las instalaciones previstas para su externalización, se encuentran la gestión del terminal de contenedores del Puerto y sobre todo el Puerto Deportivo, para lograr darle el salto de calidad necesario que lo convierta en atractivo a empresas y a los propios melillenses, que tendrían en el también llamado Puerto Noray su centro de ocio y disfrute en la ciudad. Miguel Marín valora igualmente el papel jugado por MELILLA HOY en estos 32 años y la reciente creación de la Sociedad de Desarrollo de Melilla (SODEMEL), ambas impulsadas por el propio Enrique Bohórquez.
- Sobre sus espaldas recae parte de la responsabilidad de impulsar uno de los proyectos estrella del PP para el futuro de Melilla, ¿en qué estado se encuentra y cuándo podrá ser una realidad?
Estoy absolutamente convencido de que el proyecto de ampliación del Puerto será una realidad más pronto que tarde y no por intuición, sino porque un proyecto de esta envergadura requiere una serie de trámites y procedimientos que en gran parte se han cumplido a día de hoy. En concreto, para la ampliación es requisito imprescindible tener un Plan Director del Puerto y se aprobó en abril del año pasado, pese a que es difícil conseguir dicho documento, y es que otro puerto del país también quiere ampliar el Puerto y lleva tramitando 10 años el expediente, y aún no lo han conseguido aprobar.
También es necesaria la zona dos de agua para poder ampliar el puerto. Melilla era la única ciudad de toda España donde el Puerto no tenía zona dos de agua, para lo que se tuvo que realizar un procedimiento administrativo, que permitiera incluir este espacio y obtener la titularidad. Dicho documento fue aprobado en marzo del año pasado.
Otro de los elementos fundamentales es la financiación, algo de lo que se va a hacer cargo al cien por cien el Gobierno central. Ya se han comprometido los ministros de Hacienda y de Fomento, el presidente del Gobierno y la vicepresidenta, además de que está reflejado en los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 y en las partidas plurianuales futuras.
Por último es necesaria la redacción del proyecto, algo que tendremos antes del 30 de marzo de este año. Tan solo queda para sacar a licitación, el proyecto la Evaluación de Impacto Ambiental, para lo que se está trabajando con el Ministerio intentando acelerar lo máximo posible este procedimiento. Por todo ello, estoy convencido de que la ampliación del Puerto de nuestra ciudad será una realidad.
- ¿Qué plazos son previsibles para cada uno de los proyectos y cuándo puede ser previsible que la ampliación del Puerto se iniciara?
Las etapas se han ido cumpliendo y solo queda la Evaluación de Impacto Ambiental, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, no de la Autoridad Portuaria de Melilla. Sin embargo, no nos queda la menor duda de que el Ministerio pondrá todo de su parte para que esos trámites se lleven a cabo lo más rápido posible. Siendo prudentes y con mucho optimismo podríamos tener dicho trámite realizado antes de final de año. Si lo conseguimos, estaremos en disposición de poner la primera piedra de la ampliación del Puerto en el segundo semestre de 2018, dado que durante ese año se deberá sacar a licitación, analizar las ofertas, adjudicarlo y formalizar el contrato.
- ¿Cuánto tarda en ejecutarse un proyecto de esta envergadura?
Pese a que aún no tenemos el proyecto básico de ejecución, el periodo podría ser de unos 4 años, aunque dependerá de la intensidad de la empresa adjudicataria para realizar la obra, lo que supondría que dentro de 2021 podría estar operativo el Puerto con una mayor superficie. Además, esta fecha coincide con el fin de la concesión a Endesa, que está situada en el centro de la ciudad.
- ¿Seguirá la instalación de Endesa en el centro de la ciudad?
Bajo ningún concepto. La nueva central generadora de electricidad estará en la zona que se va a ampliar del Puerto de Melilla, y si Endesa quiere continuar en la ciudad tendrá que trasladar la central, asumiendo la compañía los costes de traslado. Hace unos años la empresa pedía 90 millones de euros para ser trasladada y la Ciudad se negó a pagar este dinero
Lo que ocurre es que ahora hay empresas del sector eléctrico interesadas en instalarse en la ciudad. Antes Melilla era “rehén” de Endesa y ahora hay más opciones. Si Endesa quiere tener posibilidades de seguir en Melilla tendrá que sufragar íntegramente el coste del traslado y deberá tomar decisiones, ya porque vendrán otras empresas.
- ¿Hay algún tipo de monopolio de la producción de electricidad o podría haber más empresas instaladas en Melilla generadoras de electricidad?
El mercado es libre y podrían venir dos o tres empresas al igual que en cualquier otro punto de España. Además, es mucho mejor porque cuanta más competencia haya, mejor para los ciudadanos puesto que al final el coste del producto se reduce y el precio de la electricidad disminuye.
- ¿Qué otro tipo de actividades podrían instalarse en los nuevos espacios con los que contaría el Puerto?
La ampliación del Puerto no es incluir 25 hectáreas para destinarla a infraestructuras portuarias y a una actividad pura portuaria como el tráfico de contenedores, sino que la ampliación supone ganar espacios al mar y que Melilla cuente con 250.000 metros cuadrados más. Y eso permitirá trasladar empresas insalubres que están en la ciudad, como son Endesa, la planta incineradora o la depuradora e incluso el mercado de mayoristas, que está en el casco urbano de la ciudad.
Éstas serán desplazadas y dejarán unos espacios disponibles que permitirán mejorar la calidad de vida con nuevos desarrollos urbanísticos, zonas verdes y zonas deportivas, lo que supone más inversión y creación de empleo.
Cabe señalar que dicho proyecto de ampliación es imprescindible, porque con el actual ritmo de crecimiento demográfico, dentro de unos años, seremos la ciudad con mayor densidad de población de Europa. Estas cifras convierten la ampliación del Puerto en una oportunidad única.
También está prevista una zona franca porque va a ser positivo para Melilla, dado el tráfico de mercancías con importaciones y exportaciones que se están produciendo. Por las características de tipo impositivo, es evidente que sería un activo más para generar actividad comercial en ese Puerto, al margen de otras actividades industriales que se propongan.
- ¿Qué empresas están en situación de ser trasladadas por la finalización de la concesión de terrenos?
La depuradora y la incineradora que son públicas, mientras que la desaladora se dejará en Aguadú. A Endesa se le acaba la concesión, por lo que para continuar tendría que trasladarse al Puerto. El mercado de mayoristas, que está en pleno casco urbano, también se trasladaría.
- Hace unos años se habló de traer también otras empresas en base a acuerdos con empresas extranjeras, ¿sigue en pie?
Yo intento ser pragmático e ir a lo práctico, lo que supone apostar por lo tangible y lo que tenemos al alcance de nuestra mano. Es por ello por lo que el principal objetivo, más allá de acuerdos con chinos, alemanes o franceses, es que haya actividad empresarial y económica para que se produzca creación de empleo.
- En Melilla casi todo es público o depende directamente de la administración, ¿hay ambición de cambiar esta 'economía sovietizada'?
Discrepo, Melilla no es comunista. En cualquier ciudad del mundo siempre hay cosas que mejorar y en Melilla se han externalizado ya algunos servicios, dado que al igual que en cualquier punto del mundo y los hechos a lo largo de la historia, sobre todo en los últimos años, lo han demostrado: las administraciones públicas cuando externalizan servicios son más eficientes. Los servicios se siguen mejorando y los costes se reducen.
Como ejemplo, las oficinas de Atención al Ciudadano, que se privatizaron siendo yo responsable de Administraciones Públicas, al igual que los mercados de la ciudad y las guarderías. Yo creo en la externalización de servicios y considero que la administración debe velar por la gestión de esos servicios, pero a través de terceros. Los resultados de las externalizaciones son que ha habido una mejora de costes y de la calidad de los servicios.
Esto demuestra que en Melilla no depende todo de lo público. Aún así, matizo que si aquí hay muchas cosas que dependen de lo público es porque desafortunadamente no tenemos grandes empresas que financien grandes proyectos relacionados con los servicios sociales o cuestiones deportivas. En la Península sí existen y vemos cómo a través de distintas fundaciones apoyan temas sociales. Si queremos ayudar a los más necesitados, tiene que salir de lo público al igual que fomentar el deporte.
- Usted fue consejero de Fomento, Juventud y Deportes, ¿qué le parece que se privatice la explotación del Campo de Golf, le va a suponer algún ahorro a la administración pública?
Sin ninguna duda. ¿Cuánto costaba antes y cuánto ahora? Solo hay que ver los números. Igual también se podría hacer con el Fuerte de Rostrogordo.
