En base al plan de difusión de la Cultura de Defensa, promovido por el Centro de Historia y Cultura Militar, relacionado principalmente con el Ejército en Melilla, se querido recordar la figura del soldado Fernando Bueno Espinosa, del Batallón Disciplinario fallecido el 31 de marzo de 1892. Nada más entrar al cementerio de la Purísima en la parcela nº 4 junto al borde del patio circular, en una posición privilegiada, se encuentra un pequeño mausoleo o monolito que resalta por la gran inclinación de la columna que representa la vida truncada de la muerte del soldado Bueno Espinosa.
El monumento consta de una columna partida apoyada sobre un basamento labrado e inclinado y en su parte frontal hay una lápida con un poema como dedicatoria.
El soldado Fernando Bueno Espinosa había nacido en un pueblo de Granada; hijo de Tomás y María, soltero y tenía 25 años.
El 31 de marzo de 1892 dos confinados que estaban trabajando en las obras de construcción del fuerte de Cabrerizas Altas que actualmente se encuentra dentro del Acuartelamiento Millán Astray, se escaparon con la intención de pasarse al campo enemigo. Bueno Espinosa rápidamente comenzó a perseguirlos llegando incluso a rebasar los límites, donde los fronterizos le apalearon hasta causarle la muerte.
La recuperación de su cadáver no fue sencilla, se hizo necesaria la intervención del Bajá quién al llegar al lugar del atentado dio orden a sus áscaris de que recogieran el cuerpo y lo trasladaron a Cabrerizas.
El acto realizado por el soldado Bueno Espinosa no pasó desapercibido para sus compañeros y mediante una suscripción dentro del Batallón llevada a cabo entre los Jefes y Oficiales se levantó este monumento en su honor.
