Cuatro pacientes de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Comarcal de Melilla protagonizaron en la noche del pasado lunes un incidente en el que agredieron a dos celadores y dos guardias de seguridad, uno de los cuales resultó finalmente lesionado. Una patrulla de la Policía Nacional tuvo que intervenir para controlarlos conduciéndolos a sus respectivas habitaciones. Según informó ayer el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en una nota de prensa, los hechos ocurrieron pasadas las 22,00 horas del lunes, tras el cambio de turno del personal, cuando cuatro varones ingresados en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Comarcal, «se mostraron agitados y salieron al pasillo de la planta».
Por esta razón, se activó el protocolo establecido para este tipo de situación y entraron en el lugar como refuerzo de personal dos celadores y dos guardas de seguridad. El personal intentó que los pacientes volvieran a sus habitaciones mientras que se llamó al psiquiatra de guardia.
Mientras tanto, según el Ingesa, «los pacientes se pusieron violentos y se les intentó llevar a otra habitación con más capacidad». En ese momento, uno de los pacientes agredió a un celador.
Actuación policial
Ante esta situación, desde el Hospital Comarcal se llamó a la Policía Nacional. Según informaron a MELILLA HOY fuentes del Cuerpo, la llamada fue recibida a las 22.25 horas, debido a una agresión a personal de servicio del centro hospitalario por parte de internos en Psiquiatría. Hasta el lugar acudió una dotación de Seguridad Ciudadana, cuyos agentes colaboraron con los vigilantes de seguridad para conducir a los pacientes a sus habitaciones.
El Ingesa explicó que tras personarse el psiquiatra en la Unidad, acompañar a los pacientes a sus habitaciones y proceder a calmarlos, a las doce de la noche se había restablecido la calma en el centro sanitario.
Refuerzo
Tras el regreso de los pacientes a sus habitaciones, el Ingesa reforzó el servicio con más personal en la Unidad de Psiquiatría, concretamente una enfermera, dos auxiliares, un celador y un guarda de seguridad.
El Ingesa aclaró que este refuerzo se instauró desde el principio de la semana pasada y desde el lunes estaba activo. Esta medida se debe a la alta ocupación de la unidad. Algunos de los pacientes están por internamiento involuntario por orden judicial.
El pasado lunes, cuando ocurrieron los hechos, estaba en activo este refuerzo hasta las 10 de la noche, cuando entró a trabajar el turno de noche, momento en que comenzaron los incidentes.
El Ingesa lamentó lo ocurrido y, además de mantener el refuerzo de personal de la unidad, quiso agradecer «la rápida actuación tanto del personal del Hospital Comarcal como de la Policía Nacional».
