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Bienestar Social busca consolidar el programa de equinoterapia en la Granja Escuela

De derecha a izquierda, el consejero Ventura, la terapeuta María de la Flor y el técnico colaborador
(Autor: Guerrero)

El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, anunció ayer que antes de final de año pretende sacar a concurso el programa de equinoterapia de la Granja Escuela por un periodo de cuatro años, al objeto de poder abrirlo a la sociedad melillense. Entre tanto, en los próximos tres meses y fruto también de un concurso, la terapeuta melillense María de la Flor, se encargará de gestionar el programa en estas instalaciones, atendiendo en terapias individualizadas a unos sesenta pacientes, tanto niños como adultos con discapacidad intelectual o del espectro autista. Explicó el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que cuando se diseñó la Granja Escuela se pensó en la incorporación de un espacio para ofrecer terapia ecuestre o con animales pero no pudo ser posible hasta el momento. De hecho tuvo que ser la iniciativa privada, en este caso la Asociación de Autismo Melilla la que ha venido desarrollando un programa de equinoterapia en los dos últimos años bajo la supervisión de la psicóloga especialista María de la Flor Alemany.

Concurso
A tenor de esta experiencia el consejero se planteó implantar este programa dentro de los servicios de la granja y ampliarlo a otros colectivos melillenses, por lo que se realizó un concurso al que se invitó a tres empresas y a la propia María de la Flor, a la que finalmente se le ha adjudicado el contrato por un espacio de tres meses y con un coste de 18.600 euros. La especialista, acompañada por un técnico formado en esta terapia, desarrollará el programa hasta el próximo 21 de julio.

En horario de mañana y tarde y de lunes a viernes, se atenderán a entre 50 y 60 personas, tanto niños a partir de 4 años de espectro autista, como personas con discapacidad intelectual. La psicóloga contará con la sala de enfermería para guardar los materiales y una de las aulas taller para atender a las familias y asociaciones.

Explicó Daniel Ventura que serán las asociaciones melillenses que trabajan con estos colectivos las que derivarán a los posibles participantes en el programa, que deberán cumplir con el requisito de ser personas con discapacidad intelectual o enclavados en el grupo del espectro autista. Deberán reunir otros requisitos como un seguro de responsabilidad civil y un permiso de la Federación Andaluza de Hípica para autorizar a esos usuarios realizar la terapia.

Terapia
La terapia se llevará a cabo todos los días de la semana, de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde. Las sesiones son individuales y duran entre 30 y 45 minutos. Explicó la terapeuta, María de la Flor, que se elabora una intervención individualizada, para lo que «previamente se hace una valoración de cada usuario para marcarnos unos objetivos a alcanzar». Dijo que el trabajo no se centra sólo en montar a caballo, sino que hay un trabajo de contacto para perder el miedo y establecer un vínculo emocional que es fundamental.

Destacó la psicóloga que son muchas las ventajas que ofrece esta terapia, la primera que se desarrolla en un espacio al aire libre, «donde hay muchos estímulos visuales, táctiles y olfativos que en un gabinete tradicional aunque esta es una terapia complementaria a la otra. Los jóvenes están con un animal grande, que les genera respeto, pero se crea un vínculo emocional muy estrecho, y cuando montan al caballo, el que el animal tenga una temperatura dos grados superior al humano, ayuda al niño a relajarse. Pero con cada uno se trabajan objetivos individuales».

En la equinoterapia se trabajan el área cognitiva (con actividades de atención, memoria, percepción); el área social (la relación con otras personas); y el control postural, entre otras. «Los caballos son nuestra principal herramienta y tenemos muchas ventajas al trabajar con ellos. De hecho con una sola actividad, como el volteo terapéutico, se trabajan cuestiones como la atención, el equilibrio y la motricidad», dijo.

Las sesiones se desarrollan en un ambiente lúdico, con lo que los usuarios llegan motivados, dispuestos a montar a caballo. «La motivación es enorme y el vínculo emocional que se crea es muy grande». El trabajo lo realizarán con ‘Chicharito’, que es un caballo donado por uno de los padres de Autismo Melilla que lleva dos años trabajando con niños, y con la yegua ‘Demel’, a la que han preparado para estas sesiones.

La Granja incorporará caninoterapia
Resaltó el consejero los beneficios que la equinoterapia aporta en el plano cognitivo, además de mejorar aspectos como la comunicación verbal y gestual, la socialización de los participantes y la empatía. Por todos estos motivos, indicó que su intención es que el programa tenga continuidad en el tiempo, de ahí que anunciara que antes de finales de año se sacará a concurso el programa para un periodo de cuatro años y lograr de esta forma «que se consolide como un servicio» de la Granja.

También dijo que se están realizando las gestiones para poder implantar la caninoterapia. Se buscará que sean psicólogos los que puedan encargarse de este servicio.

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Jesús Andújar

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