El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, afirmó ayer que Marruecos “ningunea” a las dos Ciudades Autónomas a la hora de afrontar problemas fronterizos y por eso el Gobierno “tiene que asumir su responsabilidad” para abordar con el país vecino cuestiones como la inmigración magrebí y los pasos fronterizos. Todos estos temas fueron abordados el miércoles en una reunión de dos horas a la que asistió también el presidente de Ceuta, Juan Vivas, con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, además de otros altos cargos del Ejecutivo central. Imbroda afirmó que estas cuestiones podrían ser resueltas desde un punto de vista “local” si las autoridades de Melilla y Ceuta pudieran hablar con las de las zonas limítrofes marroquíes y se llegara a un acuerdo, pero como no es posible, eso obliga a afrontar este asunto desde el ámbito nacional.
“Si pudiéramos hacerlo con situaciones locales, llegaríamos a un acuerdo, pero como nos ningunean, y de alguna manera [Ceuta y Melilla] no existimos y no podemos existir, por ese ninguneo tienen que ser las autoridades nacionales las que hablen con ellos”, dijo Imbroda instando a buscar una solución.
Inmigración magrebí
“Que ellos decidan, pero que lo arreglen”, exigió el presidente autonómico al recordar que el Gobierno de Melilla atiende en estos momentos a 600 menores marroquíes y cada día hay 30.000 personas del país vecino que pasan la frontera hacia la ciudad autónoma, además de los 15.000 marroquíes que viven en ella.
Melilla tiene, según los datos de Imbroda, casi un 19% de su población inmigrante, prácticamente toda procedente de Marruecos, y es el doble de la media nacional, que está en un 9%, pero nuestra ciudad, al igual que Ceuta, tiene una economía limitada que requiere “hacer más tarta” para poder atender a todo el mundo.
A ello se suma la situación de la frontera, que en el caso de Melilla soporta un tránsito diario de 30.000 personas y 6.000 vehículos, lo que necesita una seguridad para “controlarla”.
Todos estos factores crean “un cóctel explosivo” que en palabras de Imbroda, “no es halagüeño para Melilla” y requiere medidas porque, aunque las dos ciudades autónomas no tienen “nada en contra” de las personas de Marruecos que pasan a ellas como inmigrantes o para buscarse la vida, la realidad es que “no hay más tarta y hacer que hacerla”.
Señaló que ante esta situación, “la vara mágica la tiene, en todo caso, el presidente del Gobierno de España” y no los Ejecutivos de Melilla y Ceuta, de ahí que el miércoles, en su reunión con Saénz de Santamaría y Zoido, ambos presidentes autonómicos pidieran soluciones para la frontera, que necesita una actuación propiciada por el acuerdo entre España y Marruecos.
Comercio atípico
También dijo Imbroda que es necesario “tomar cartas en el asunto” del paso de mercancías desde las dos ciudades autónomas a Marruecos, el denominado comercio atípico, porque de lo contrario, podrían llegar “medidas drásticas y un toque de atención grave” por parte de Europa.
“Somos europeos y nos pueden decir desde Bruselas ‘qué hacen ustedes, que estamos en el siglo XXI y esto [el comercio atípico] parece una plantación de café de Virginia del siglo XVIII”, señaló Imbroda, convencido de que Marruecos tiene que tomar medidas para ordenar a los porteadores evitar la “entrada en tropel” en la apertura de los pasos fronterizos.
La actuación de Marruecos, insistió Imbroda, es necesaria porque “se está aprovechando de que hay miles de personas que viven de esto”, por eso pide al país vecino que les ayuden “a que esto se haga mejor” con “cosas elementales” como ordenar a los porteadores mediante filas.
Más agentes
Imbroda aseguró que la reunión de hace dos días con la vicepresidenta del Gobierno y el ministro fue muy positiva y que Ceuta y Melilla tienen la colaboración del Gobierno de España, que en este tema “tiene que asumir su responsabilidad” porque desde este lado de la valla no se puede “llegar” al país vecino.
Además, también aumentarán los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado destinados en Ceuta y Melilla en la próxima promoción que salga de Policía y Guardia Civil, ya que además de todos estos problemas, ambas ciudades también tienen el de la inmigración irregular en la valla, que “no puede ser un coladero”.
