La magistrada titular del Juzgado de lo Penal núm. 2 de Melilla ha dictado sentencia condenatoria para un individuo por conducir bajo los efectos del alcohol y colisionar con otro turismo. El procesado dio positivo en la prueba de alcoholemia con una tasa de 0,87 miligramos por litro en aire espirado. Tras reconocer los hechos, ocurridos en 2015 por la zona del dique sur, se le ha impuesto una multa de 1.440 euros y se le ha retirado el permiso de conducir durante el plazo de un año y un día. Un individuo ha sido condenado tras reconocer ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla que había cometido un delito contra la seguridad vial por conducir bajo el efecto de bebidas alcohólicas.
Los hechos ocurrieron en el dique sur de Melilla en mayo de 2015. Se aproximaba la una de la madrugada cuando el procesado, embriagado por el alcohol, conducía zigzagueando con su turismo de matrícula marroquí, según se recogía el atestado policial.
Finalmente, terminó colisionando con otro vehículo que circulaba correctamente, ocasionándole daños en el automóvil valorados en 365 euros.
Tras el accidente, se personó la Guardia Civil y le practicó la prueba de alcoholemia. Esta resultó positiva con una tasa de 0,87 miligramos por litro en aire espirado.
Según establece el art. 379 del Código Penal, aquella persona que conduce con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro está incurriendo en un delito que puede ser castigado con penas de prisión de tres a seis meses, con la multa de seis a 12 meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
Condenado con una multa
En este caso, como el acusado admitió su culpabilidad para llegar a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal, se le ha rebajado la pena solicitada a seis meses de multa a razón de 8 euros diarios. La suma de la sanción asciende a 1.440 euros, menos del doble de lo que se le pedía inicialmente, unos 3.600 euros.
Por otro lado, se le retirará el permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores por el plazo de un año y un día.
El acusado, con ayuda de un traductor, se declaró insolvente. No obstante, dijo estar de acuerdo con la pena que le pedía la Fiscalía. La magistrada dictó sentencia condenatoria.
