La reciente creación de la Sociedad para el Desarrollo de Melilla, SODEMEL, empresa privada creada por un grupo de conocidos empresarios melillenses de prestigio, que centra su actividad en la identificación de proyectos que tengan por finalidad contribuir a la prosperidad de Melilla y la región de Nador, supone un rayo de luz y esperanza a la caótica situación por la que atraviesa la economía local Que el comercio melillense atraviesa una etapa difícil es visible. Que los establecimientos de hostelería también, es otra realidad. Y que la economía de la ciudad no pasa por sus mejores momentos, es evidente. Más bien es un auténtico desastre. Las cifras cantan. Hace exactamente una década, con una población melillense cifrada en 69.440 habitantes, eran 19.300 las personas dadas de alta en la Seguridad Social, lo que indicaba que el 27,8% tenían trabajo. Diez años después resulta que en 2017 cuando la población ha alcanzado los 87.000 habitantes, solo trabaja el 24,6% ya que en la Seguridad Social tan solo están dados de alta 21.440 trabajadores. Las causas de este receso no son pocas. Se deben a motivos de diversa índole, pero las consecuencias son claras.
En nuestra edición de ayer, Enrique Alcoba, presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla, ACOME, señalaba que en los últimos días doce locales del centro se han visto en la tesitura de tener que echar el cierre. Los motivos quizás no serán los mismos para todos, pero con que solo uno de esos empresarios se haya visto obligado a cesar su actividad por falta de pago de la Ciudad Autónoma, la situación sería realmente intolerable. Y es que los impagos por parte de la administración autonómica, provocan un efecto rebote que afecta de manera directa a empresarios, proveedores y demás eslabones de la cadena.
Que la mejora real de la economía melillense no se resuelve en un abrir y cerrar de ojos, también es cierto. Pero desde luego la forma de remediar la desastrosa situación actual no es cruzarse de brazos y esperar que caiga el “maná” llovido del cielo. De ahí que la reciente creación de la Sociedad para el Desarrollo de Melilla, SODEMEL, empresa privada creada por un grupo de conocidos empresarios melillenses de prestigio que centra su actividad en la identificación de proyectos que tengan por finalidad contribuir a la prosperidad de Melilla y la región de Nador, infunde un rayo de luz y una vía de esperanza a la caótica situación por la que atraviesa la economía local. Una iniciativa loable y que debe contar con la colaboración del Gobierno local y desde luego los impagos a los empresarios por parte de la Administración no son precisamente una forma de respaldar a la iniciativa privada, sino más bien de asfixiarla.
