Un preso, a través de una misiva remitida a MELILLA HOY, denuncia presuntas irregularidades en el centro penitenciario. Sostiene que se le trasladará a la Península, pese al arraigo familiar que tiene en Melilla, por haber contactado con un sindicato. La dirección de la cárcel lo niega y explica que los reos son reubicados en otras prisiones en función de la duración de sus condenas y de su comportamiento. Incide en que el centro de Melilla es de carácter preventivo y tiene capacidad para 300 presos. Un interno se ha dirigido a MELILLA HOY a través de una carta para denunciar presuntas irregularidades en la prisión de Melilla. El reo, que se corresponde con las iniciales J.M.L. afirma que ingresó en el centro en marzo de 2016 y que, dos meses después, comenzó a trabajar en la cocina como cabo de cocina. "Trabajaba 9 euros por 394 euros mensuales", dice.
Según relata, solicitó información al sindicato sobre su situación laboral. J.M.L sostiene que los funcionarios sindicalistas han filtrado a la dirección la petición del reo, por lo que "han cogido represalias hacia mi persona, dándome de baja y pidiendo mi traslado a la Península, cuando yo tengo vinculación familiar aquí, en Melilla".
MELILLA HOY se puso en contacto con el director de la prisión de Melilla, Francisco Rebollo, quien niega en rotundo que el traslado del preso se deba a una represalia por parte de la dirección del centro. Según asegura, fue el propio interno quien se dio de baja de su puesto en la prisión. Además, expone que el centro de la ciudad tiene carácter preventivo porque así se le exige desde Madrid. Es decir, es un centro donde los reos están a la espera de ser juzgados.
Una vez que son condenados, continúa explicando Rebollo, los presos son trasladados a la Península si las penas superan los dos o tres años de cárcel, pese al arraigo familiar que puedan tener o no en la ciudad. "Cuando llegamos a los 300 internos tenemos que intentar reducir la cifra para que la convivencia sea pacífica y ordenada", señala. El comportamiento de los reos con largas condenas también es un factor a tener en cuenta para ser reubicados en otras prisiones, según informa el director del centro.
Comida caducada
"Con mis propios ojos he visto cómo llega comida caducada" a la cárcel, sostiene el preso J.M.L. en la misiva que ha recibido este Diario. Además, afirma que el racionado de la comida es "súper escaso" y que sólo reciben una lejía para limpiar "cada dos o tres meses".
Este punto también ha sido negado por el responsable del centro penitenciario. Apunta Rebollo que la comida es inspeccionada de forma diaria para cumplir los parámetros de calidad y de cantidad. "Es un requisito", dice. Insiste en que, "de hecho, es una pena la cantidad de comida que tiramos a diario por exceso".
Por otro lado, en la carta que ha llegado a MELILLA HOY, J.M. L. expone que su intención es "destapar toda la trama que tiene la dirección del centro". Según afirma, los reos son considerados meros "números" y se encuentran "indefensos" ante las presuntas irregularidades. "Aunque estemos presos somos personas y tenemos nuestros derechos", manifiesta el interno en la misiva.
Al respecto, Rebollo aclara que cuentan con 50 trabajadores que están dados de alta en la Seguridad Social, cobran su sueldo y luego pueden acceder a ayudas de desempleo. En este caso, sostiene, se trata de un interno que está "rebotado por las circunstancias". Así, garantiza que desde la dirección del centro penitenciario se trabaja para que los reos estén bien atendidos. "Estas denuncias falsas hacen mucho daño a nuestra imagen", lamenta el director de la prisión en Melilla.
