Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Cabrerizas, con El Flagelado y el Mayor Dolor en su Jueves Santo

Las puertas de la Casa de Hermandad de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor se abrían de par en par para que la hermandad que este año celebra su 75 aniversario, estuviera presente en la noche del Jueves Santo melillense. El compromiso de los hombres y mujeres de trono hicieron posible que los sagrados titulares de la cofradía de Cabrerizas volvieran a señorearse en la Semana Santa melillense. Decena de melillenses arroparon al Flagelado y a su Madre, el Mayor Dolor, por las calles de la ciudad. Feliz y pletórica la Cofradía del Flagelado vivió ayer de lleno el desarrollo del Jueves Santo, una jornada especial en la que sus santos titulares pudieron salir a la calle portados sobre hombros fuertes y convencidos de melillenses que apuestan por el mantenimiento de su Semana Santa. Esta vez no hubo lluvia o escasez de portadores que impidiera que Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor pudieran salir a la calle, en un año además de especial significación al cumplirse el 75 aniversario de su fundación. El primero en salir, el Hijo, El Flagelado. Después, apenas diez minutos de espera, la Madre, la Virgen del Mayor Dolor. Y todo bajo los aplausos de los fieles y vecinos del barrio de Batería Jota y Cabrerizas que quisieron ver muy de cerca a Jesús y a su madre juntos. Desde allí, junto con los caballeros legionarios del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión e integrantes de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, el Flagelado y la Virgen del Mayor emprendieron un largo recorrido por las calles de la ciudad. La Banda de Música Ciudad de Melilla les arropó con su buen hacer. Tras pasar por calle del General Castaños, junto a la parroquia de la Medalla Milagrosa, Jesús y la Virgen llegaron hasta la calle de Sor Alegría, previo paso por General Castaños, Carretera de Cabrerizas, Infantería, Juan de Lanuza. El recorrido, lento, al son de los tambores de La Legión, las mujeres con mantilla y con los penitentes y hombres de trono de túnica roja y tercerol blanco, llegaron hasta la calle de Primo de Rivera y, tras pasar por Sidi Abdelkader, General O´Donell hasta la Avenida de Juan Carlos I Rey. Carrera oficial En la Avenida, los melillenses vivieron los últimos pasos de Jesús hacia su muerte en la Cruz. La de ayer era una noche triste. Era Jueves Santo, víspera de la muerte de Jesús. Su Madre, el Mayor Dolor, lloraba por las calles de Melilla al ver cómo su Hijo había sido martirizado, golpeado y flagelado después de que fuera condenado tras reconocer que era el Mesías y por confesar que era verdadero Hijo de Dios. A la luz de la luna, Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor pasearon por la Avenida, ante la atenta mirada de los melillenses que llenaban la principal vía de la ciudad. Al son de los tambores, con el paso lento, pero seguro y bonito de los hombres de trono, el Flagelado, sobre un manto de flores rojas y moradas, se acercaba cada vez más hasta el final del recorrido oficial, siempre custodiado por los caballeros legionarios. La imagen del Flagelado, la de Jesús atado a una columna, cubierto por un paño y sangrando tras ser azotado antes de morir, es obra de Juan Antonio González y está fechada en 1997. Sustituye al grupo escultórico realizado en los talleres de Vayseda Barrols y Casabó, en Olot (Gerona). Unos metros después de Jesús le seguía su Madre, llena de dolor. La Virgen del Mayor Dolor, con claveles rosas y gladiolos blancos, llora el dolor de su Hijo, sabiendo lo que le espera. La tristeza inunda los ojos de esta bella imagen, obra de Juan Carlos García que bendecida el 5 de noviembre de 1994 y cuyo trono fue estrenado en 2005. Y así, Madre e Hijo, paso a paso, llegaron al final de la carrera oficial. Siempre acompañados de los penitentes, muchos por tradición, otros por una promesa, otros para pedir un favor a Dios. Y los dos, juntos pero separados y arropados por la fe de los melillenses, llegaron hasta la plaza del Comandante Benítez, dando así el inicio de vuelta a la Casa de Hermandad, a la Medalla Milagrosa. La procesión de la Cofradía que dirige Francisco Ramos siguió su curso por la calle de García Cabrelles para, a continuación, tomar la calle de Juan de Lanuza y llegar así hasta la del Poeta Zorrilla. Llegó entonces uno de los momentos más bonitos de esta salida procesional que protagonizan este Jueves Santo, cuarto día de la Semana de Pasión melillense, Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor. Ahora sí, juntos, uno al lado del otro, como si la Madre le diera la mano a su azotado y ensangrentado Hijo, llegaron a hombros de sus portadores hasta la llegada a casa. Los fieles les siguieron, como desde que salieron a las siete y media de la tarde del día anterior. Los melillenses, los vecinos del barrio de Batería Jota, los cristianos, acompañaron al Flagelado y al Mayor Dolor hasta su Casa de Hermandad. Allí, entre aplausos, los Sagrados Titulares finalizaron su recorrido por las calles de Melilla. Oración En su intervención, el vicario habló al Cristo Flagelado preguntándose cuántos azotes recibiría el hijo de Dios por redimir los pecados del mundo. «Tu, lo diste todo por todos nosotros. Hoy en Melilla nos muestras el cuerpo desnudo de un hombre escarnecido por las envidias, las injurias, por las mentiras, por las falsedades. Así te presentas hoy en Melilla para mostrarnos que el poder de Dios es grande y está por encima del fracaso humano. Tu nos vas a dar la gloria y el amor, la felicidad y la paz. Es en tí en quien confiamos porque tu lo eres todo para nosotros». Hasta el Domingo El dolor, el sufrimiento, la tristeza quedaron encerrados en la Casa de Hermandad. Hoy es Viernes Santo, día de luto para los cristianos. Pero, tras el Sábado de Gloria, las puertas del Ave María volverán a abrirse para, el Domingo de Resurrección, dejar salir al Santísimo Cristo Resucitado. A manos de sus hombres de trono, Jesús, resucitado al tercer día, volverá a las calles de Melilla. En la Plaza de España, el Resucitado volverá a ver a su Madre, de blanco, a la Virgen del Rocío.

Loading

Jesús Andújar

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€