Habrá que aguardar, pues, a que la agenda del Jefe de Estado, con el consiguiente plácet del Gobierno de la Nación, le permita venir a este trozo de España en el norte de África
El Rey Don Felipe lleva casi tres años al frente de la Jefatura del Estado, desde que accedió el trono el 19 de junio de 2014, y durante este tiempo ha visitado todas las comunidades autónomas, salvo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Su última gira ha sido este lunes y martes a las Islas Canarias.
Una ocasión propicia que ha servido para que los medios de comunicación aprovecharan una comparecencia pública del presidente de la Ciudad autónoma, Juan José Imbroda, para que se pronunciara sobre la ansiada llegada del monarca.
En declaraciones a los periodistas, Juan José Imbroda ha asegurado que el Rey Felipe VI quiere venir a Melilla al señalar que la voluntad del Jefe del Estado "es venir, sin ningún problema, como ya hizo su padre".
Se refiere la primera autoridad melillense a la histórica visita del Rey Don Juan Carlos el 6 de noviembre de 2007, efemérides de la que se cumplirá una década dentro de unos meses. Más de 25.000 ciudadanos salieron entonces a las calles de nuestra ciudad para dar la bienvenida a los reyes, Don Juan y Doña Sofía, como seguramente ocurriría cuando llegara al momento de que Don Felipe y Doña Letizia decidieran venir a nuestra ciudad.
Pero viendo las actuales circunstancias, en la que es muy probable que los reyes realicen una visita de Estado a Marruecos invitados por el rey Mohamed VI, no creemos que se pueda producir la llegada inmediata de los monarcas a Melilla. Pero más allá de las conveniencias del calendario político, es evidente que los melillenses estamos ansiosos por que se produzca la vista real, una vez pasado ese compromiso en el extranjero. Si hemos aguantado una espera de 31 años para ver la llegada de Don Juan Carlos y Doña Sofía, esperar unos meses más e incluso unos pocos años para volver a ver por nuestra ciudad a los monarcas españoles, se podrá soportar perfectamente porque lo importante es que finalmente vengan, sea más tarde o más temprano, aunque esperemos que sea más próximo a esto último que a lo primero.
El propio Imbroda ha admitido que "no hace falta invitarlo" aunque la realidad es que ha invitado al Rey en varias ocasiones, en todos aquellas oportunidades en las que ha departido por el monarca. Habrá que aguardar, pues, a que la agenda del Jefe de Estado, con el consiguiente plácet del Gobierno de la Nación, le permita venir a este trozo de España en el norte de África, lo que supondría su primera visita a Melilla, ciudad a la que si bien no llegó a pisar cuando era príncipe, esperamos que ahora que es el Rey de todos los españoles, sí pueda hacerlo. La acogida que tendría sería histórica, como la que se le brindó a sus padres en 2007, porque si algo tienen los melillenses es su arraigado sentimiento de españolidad y qué mejor que mostrarlo ante quien representa la unidad de España.
