En evitar cualquier tragedia, tanto España como Marruecos tendrán que poner de su parte, para que los tornos y los caminos estrechos en los que se han convertido los puestos fronterizos, no se conviertan en trampas mortales El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) publicó ayer en redes sociales un escalofriante video de apenas 52 segundos en el que se puede ver la avalancha de personas que pretendían pasar al misma tiempo por el torno del Barrio Chino y que a punto estuvo de acabar en tragedia. Afortunadamente todos pudieron pasar, aunque a algunos se les veía con problemas de respiración que padecieron por el aplastamiento que padecieron en su intento de salir de entre los barrotes del torno.
El video habría sido grabado ayer martes a primeras de la mañana después de varios días sin comercio fronterizo y parece que las ansias por entrar primeros en la ciudad, llevaron a una situación altamente peligrosa. Par UFP, en cambio, lo ocurrido es «el pan nuestro de cada día», tanto que acompañaron el video con la frase: «Un día cualquiera en el paso de Barrio Chino: sin comentarios».
Escenas similares se viven también en los tornos de Beni-Enzar, donde el orden brilla por su ausencia, con personas deseosas de pasar a toda costa, sin importarles el orden de la fila y si hay niños o mujeres de por medio. A ello también contribuye la sensación de asfixia de los barrotes colocados en la parte marroquí, donde apenas puede caminar una persona y que se convierte en una verdadera odisea para aquellas madres que van con sus carritos de bebé o quienes se desplazan en silla de ruedas. Marruecos ha querido ajustar tanto su frontera que se ha convertido en infranqueable.
En evitar cualquier tragedia, tanto España como Marruecos tendrán que poner de su parte, para que los tornos y los caminos estrechos en los que se han convertido los puestos fronterizos, no se conviertan en trampas mortales. Es vital que haya un orden y si quienes pasan no son capaces de conseguirlo, tienen que ser las fuerzas de seguridad la que tengan que establecerlo porque ayer no ocurrió ninguna desgracia, pero si sigue así la cosa, hechos como los sucedidos en Ceuta, donde ya ha habido dos muertes por aplastamiento en las últimas semanas, podrían suceder también aquí. Se trata de una responsabilidad de todos evitar cualquier desgracia.
