La noche del martes al miércoles los médicos y demás personal sanitario tuvieron que atender 16 partos de marroquíes y ayer la mañana entera un quirófano dedicado únicamente a personas sin S.S. El Hospital Comarcal de Melilla sigue viviendo situaciones cuanto menos singulares que, en gran medida, afectan a su normal desarrollo en lo que a la atención de pacientes melillenses se refiere. Según fuentes médicas, la noche del martes al miércoles los médicos y demás personal sanitario tuvieron que atender 16 partos de marroquíes y ayer la mañana entera un quirófano dedicado únicamente a personas sin Seguridad Social, lo que afectó igualmente a las operaciones programadas esta jornada por la falta de camas.
Las mismas fuentes indican que se está dando la circunstancia de que en los partos vienen juntos de 4 en 4, lo que podría dar una idea de que podríamos estar, en algunos casos, con una cuestión organizada para llevar al centro sanitario melillenses a mujeres embarazadas sin papeles para que puedan dar a luz en Melilla. También apuntan a evacuaciones de extranjeros "quedándose los melillenses para el día siguiente, urgencias en Quirófano que obligan a suspender programados, ocupación de camas y ya no digamos el gasto que supone todo esto".
En este sentido, han apuntado que mientras el político no esté al servicio del pueblo y no al revés, esto que tenemos como una buena Sanidad, gracias al corazoncito de los profesionales, "se están encargando de destrozarla pero eso sí con la boca llena de calidad asistencial, mejora de recursos, planes estratégicos y un gran etc., y con los gestores públicos más ineptos menos cualificados" han subrayado.
Como dice el prestigioso economista Daniel Lacalle "Imponer la Sanidad Política No es Defender la Sanidad Pública" y aboga por los hospitales mixtos. Esta idea se intentó poner en marcha hace tiempo creando un modelo mixto de hospitales en cuanto a gestión y financiación, comprobado su buen servicio y calidad asistencial, pero la medida no salió adelanto porque los socialistas pensaron que lo privado fagocitarla a lo público quedando la gestión política en entredicho, una senda que luego siguieron también los gobiernos de centro-derecha.
Lo que está claro es que lo que viene ocurriendo debe tener una respuesta porque al final, los que pierden, son los pacientes que pagan religiosamente sus impuestos para tener derecho a una Seguridad Social, que luego queda mermado por la atención de quienes no la tienen. Una situación cuanto menos injusta.
