«Ambos conjuntos llegan muy castigados, físicamente, al tercer encuentro. No en vano, jugadores referentes de Burgos salen de problemas físicos, al igual que le sucede al equipo melillense”. «Los de Alcoba son capaces de llevarse los dos partidos en casa, ya que posee mejor plantilla que el San Pablo Inmobiliaria, y deben afrontar cada choque como si fuese el último (porque lo puede ser)”. Fin de semana clave para el devenir del Melilla Baloncesto, que se encuentra en una situación complicada, con un 2-0 en contra en el primer play off, debido a diferentes cuestiones, dificultades, manejo de plantilla etc.
Los de Alcoba se traen desde tierras burgalesas dos derrotas que les pueden dejar fuera a primeras de cambio, si pierden uno de los dos partidos que les quedan aquí en el ‘Javier Imbroda’. Lo que les trajo a este gran contratiempo fueron múltiples detalles, pero sobre todo uno clave y que está siendo el bastión durante los dos últimos meses, la previsibilidad en el juego de los azulones. Esta es, sin duda, la causa principal de los problemas que les están generando al decano, sin olvidar las pérdidas de balón que le persigue desde hace más de dos temporadas, así como la escasa intervención del juego interior, en función de lo que tendría que ser, ya que los melillenses disponen del mejor pívot de la LEB Oro, Oliver Arteaga.
Una circunstancia que reafirma esta situación son los 122 tiros de campo que hizo el Melilla Baloncesto en los dos encuentros disputados en ‘El Plantío’, y solo un 37,2% corrió a cargo de los jugadores grandes o de ‘pintura’. El resto, el 63,8%, llegaron por parte del juego exterior, a través de acciones de bloqueo directo, y sobre todo en el último cuarto y medio de partido. Un dato que si los de Alcoba son capaces de invertirlo, ganarán los partidos aquí en casa con solvencia, mientras que si persisten estos guarismos el azar entrara en juego.
Bien es cierto, que los dos primeros cuartos del primer duelo jugado en tierras castellano-leonesas fueron los mejores de los ocho periodos disputados, en el que el equilibrio residía por fin en el equipo melillense, hasta que llegó el tercer acto del choque que abría la eliminatoria y la previsibilidad volvió a aparecer en el juego del decano. El segundo encuentro, excepto en momentos aislados, fue un calco del partido anterior. Pues aún así, y jugando con la anarquía con la que los azulones han comenzado a jugar los play off, existen opciones de que el Melilla Baloncesto venza tanto el choque del viernes como el del domingo, puesto que Burgos no ha demostrado hasta ahora en los play off ser un equipo sólido como lo fue en la fase regular.
El conjunto de Diego Epifanio salió a la cancha con demasiado miedo hacia el club que preside Auday y con mucho nerviosismo. Sus hombres referentes, Huskic, Toncinic y Edu Martínez, salen de problemas físicos, al igual que ocurre con los de la ciudad autónoma, quienes algunos de sus jugadores también han visitado la enfermería.
El decano es capaz de llevarse los dos partidos en casa, ya que posee mejor plantilla que el San Pablo Inmobiliaria, aunque debe afrontar cada encuentro como si fuese el último (porque lo puede ser) y forzar el quinto, lo que le haría regresar a Burgos.
Tras las declaraciones del entrenador Alejandro Alcoba en rueda de prensa, parece que el duelo tendrá momentos de alta tensión y la afición no debe perdérselo, primero para apoyar a la entidad que el curso pasado ascendió deportivamente y también porque necesitan el aliento de los melillenses para, al menos, volver a tierras burgalesas.
