El Merzouga Rally Series Dakar 2017 cubrió la segunda de las etapas maratón de las que consta su recorrido. La noche anterior a darse la salida a la misma, todos los participantes pernoctaron en un vivac de jaimas habilitado por la organización, en una planicie desértica cerca de Fezzou, donde todos los vehículos pasaron la noche en un parking cerrado, tras la etapa maratón sin ayuda de la asistencia. La astucia, la estrategia y la gestión de la mecánica eran las claves de la quinta etapa. Al piloto melillense Juan Miguel Fidel, y su copiloto, Ismael Cuadrado, le esperaban 220 kilómetros de pistas rápidas y dunas cortadas con mucha hierba de camello. Saliendo en la última posición, el Yamaha YXZ 1000 remontó posiciones, metiéndose en el grupo de cabeza antes del CP1. Poco después se encontrarpn con el Yamaha del italiano Checco Tonetti, que días antes les dejó un palier para que pudieran continuar en carrera, por lo que el piloto local paró para ayudarle en una avería en su radiador. De este modo, decidieron acabar la etapa juntos, hasta que llegaron a la zona de hierba de camello y ‘desllantaron’ una rueda, perdiendo más de media hora en salir de allí. Al finalizar la etapa, Javier Guerrero, mecánico de Delfi Sport, cambió el embrague del Buggie preparándolo para la etapa de dunas, con salida Le Mans, en la que saldrían todos los buguies a la vez, durante un recorrido de 70 kilómetros en bucle.
La clasificación general la encabeza Rautenbach Conrad, con un Yamaha, seguido del bicampeón Henricy Frederic, con su Polaris 1000T.
