Les voy a contar algo que desde las cuitas diarias que le pasan a cualquier persona, y esta me ocurrió a mí. Desde las atenciones que la familia me dedica está la de regalarme aquello que observan que no tengo o tacañeo. Y digo tacañeo, porque no hay cosa que peor me siente que, lo de usar y tirar ¡No! Y es esto lo que me ocurre con las hojas de afeitar; que dado que soy producto de contienda, no estoy acostumbrado a tirar nada de nada, todo es aprovechable, y sino que se lo digan a los ciudadanos del país vecino.
Es ello motivo de que mis adorables hijas piensen tanto en mi, guiados siempre por su mami, y cómpranme y regálanme esto y aquello, con lo cual y siempre yo mimado, voy archivando en los armarios, indiscriminadamente, todo; lo cual es suficiente para que, de vez en cuando, sea yo amonestado. El problema es que, como elemento natural de esta jungla irracional, sea yo tratado como pordiosero por la crisis aumentada por aquel 0,25 de regularización por carestía de vida en un inservible jubilado, convirtiéndome en sufridor con síndrome de Diógenes, aunque sea sólo por manía y edad, que me visten «como un pincel» ellas, mis tres niñas.
Pues bien, dado mi doblaje del 007, he me aquí atarzonado (de tarzán) siendo, cómo no, acariciado, masajeado, exhibido en «ventana reflejada «haciendo monadas, posturas y quiebros que, ya quisiera Jorge Javier Vázquez. Pero no es esa la cuestión de todo mi afán y esfuerzos exhibicionistas, ¡No!, sino reconocer con mi agradecimiento a mis mentores, Rafael, Adela y Gloria que, con su diligencia, consiguen que después de ¡¡7 meses!! de espera mínima administrativa dada la escasez de personal en la Seguridad Social, donde 12 fisioterapeutas en general, cubren la necesidad de al menos 30 profesionales (ratios mínimos sindicales) para atender Melilla y absorber la espera de una cola de 400 lesionados y operados. Y es que aquí no cuenta el dolor, aquí solo se cuentan los ratios de rendimiento para mayor gloria de directores, jefes y jefecillos, capataces de la esclavitud que el sufrido sufridor sufre en la «colonia» político sindical que sufrimos, hace que los esclavos, usted y yo, sufrimos las consecuencias de este despotismo engreído y para colmo lustrado con los buenos denarios de una Nación en dificultades (3.500.000 desempleados)les pagan. Y de esto no se libra ningún partido o sindicato y menos aún los grandes explotadores y empresarios(menos Amancio Ortega,) los que a la vista está, han hecho de la honradez miseria moral y de la democracia liberal, vergüenza. Luego se quejaran estas pandas de si hay otro levantamiento del ciudadano honrado, harto ya de las huestes demócratas neo-liberales obstaculizando la labores gubernativas.
Esperemos que esta sensación de abandono político-social que se palpa, redima ante la acción de la Justicia ¡pero! Sin más faisanes… Aplique la justicia, la Ley y haga de la pena revisable la correspondencia ejecutiva de cadena perpetua ante tanto descompromiso, barbarie y crimen sin castigo suficiente y ladronicio de Estado , y conviertan la letra Constitucional en inmediata ejecutiva. Al pueblo lo que es del pueblo y a Dios lo que es de Dios.
