La U.D. Melilla y el Club Melilla Baloncesto han puesto el punto y final a la temporada 2016-17 este pasado fin de semana con una sensación de desilusión. ambos clubes ya trabajan en el proyecto de la próxima temporada, con el claro objetivo de estar entre los mejores de sus respectivas Ligas e intentar dar el salto de categoría Se acabó lo que se daba. La U.D. Melilla y el Club Melilla Baloncesto han puesto el punto y final a la temporada 2016-17 este pasado fin de semana con una sensación de desilusión, ya que la afición melillense esperaba más de ambos en sus respectivos objetivos.
El Club Melilla Baloncesto quedó apeado a las primeras de cambio, el pasado viernes, del Play-Off de ascenso ante el San Pablo Inmobiliaria Burgos, que ha cerrado la eliminatoria con un 3-0.
El decano de la LEB Oro no pudo repetir la gesta del pasado año, cuando logró el ascenso deportivo a la ACB. En Burgos perdió los dos partidos y en Melilla se vio superado nuevamente en el tercer encuentro de la serie de cuartos de final por un rotundo 76-91.
La baja de jugadores importantes ha sido determinante en su eliminación, principalmente la de Oliver Arteaga, lesionado de última hora antes del duelo ante el cuadro burgalés, además de la ya consabida de Pablo Almazán. Estas ausencias le dejaban en una situación de desventaja ante su rival, como así se pudo comprobar en el choque de este viernes en Melilla.
Pese a todo, se esperaba el arreón de casta de los de Alejandro Alcoba para al menos igualar la eliminatoria y forzar el quinto partido en Burgos. No pudo ser y la afición melillense despidió a su equipo con un gran aplauso, reconociendo su gran esfuerzo en la temporada, en la que al menos ha logrado el primer objetivo, la clasificación para el Play-Off.
Por su parte, la U.D. Melilla cerró ayer domingo la temporada con una dolorosa derrota ante el Atlético Mancha Real por 2-4, que junto a los últimos tropiezos le ha dejado sin Play-Off, pese al esfuerzo realizado por el club melillense con la destitución de Josu Uribe para buscar la reacción y de este modo alcanzar los puestos de privilegio.
La sensación que ha dejado el Melilla ha sido la de un bloque compacto y sólido, pero que en esta recta final de Liga ha dejado escapar el Play-Off. La derrota en casa ante la Balompédica Linense y el empate en Huelva le han pasado factura, mientras que en Córdoba se dejó empatar a dos goles, tras desaprovechar una ventaja de 0-2. Con este empate a dos tantos se despidió matemáticamente de sus opciones, pero lo cierto es que su condición de rey del empate -con dieciocho partidos sin ganar ni perder- le ha impedido alcanzar los puestos de privilegio, aún siendo el mejor equipo del Grupo IV de la Segunda División B a nivel defensivo, con tan solo 25 goles encajados.
La afición de la U.D. Melilla también despidió a su equipo con otro aplauso al final de la contienda, aunque al descanso se escucharon pitos de la grada, en desacuerdo por el juego del primer tiempo. En definitiva, ha sido una temporada en la que se ha hecho soñar a la afición con metas más altas, a pesar de la gran desilusión final, consciente que este plantel debería estar hoy en el sorteo de las eliminatorias de ascenso.
No obstante, ambos clubes ya trabajan en el proyecto de la próxima temporada, con el claro objetivo de estar entre los mejores de sus respectivas Ligas e intentar dar el salto de categoría.
