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El Ingesa niega que hubiera “malos modos” sino cumplimento de la norma

El CS de Polavieja está provisionalmente en CS Zona Centro

La Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) en Melilla ha salido al paso de la queja del hijo de una usuaria del Centro de Salud que denunció públicamente que una trabajadora de Laboratorio de dicho centro no le permitió acceder con su madre para la extracción de sangre cuando, asevera, a sus 79 años de edad "apenas puede mantenerse en pie". INGESA ha negado rotundamente que se hayan producido "malos modos" para no permitir la entrada de esta persona sino que únicamente lo que se ha hecho es "cumplir con la norma" que impide que otras personas accedan durante los trabajos de Laboratorio (extracción de sangre, pinchazos, toma de tensión, etc) salvo para caso de acompañantes de niños. El organismo sanitario, además, asegura que la madre del denunciante "accedió sin problema al lugar de la extracción sin incidencia alguna y sin mostrar inquietud" y cuando acabó mostró su agradecimiento. Por último, ha criticado sin embargo que el hijo de la paciente "volvió a entrar en la sala para increpar a la profesional y amenazar con publicar este incidente en las redes sociales", como así sucedió. La Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) en Melilla informa que la Dirección de Enfermería de Atención Primaria, ante la noticia aparecida el martes en la contraportada de diario MELILLA HOY (Denuncian los "malos modales" de una empleada del ambulatorio de Polavieja), sobre mal trato a usuarios en el Centro de Salud de Polavieja, ha detallado en primer lugar, que "la profesional sanitaria que estaba en el servicio de extracción de sangre no cerró la puerta de la sala al denunciante, sino que le informó que no podía estar en la dependencia donde se procede a tomar las muestras para los análisis, negándose a salir el denunciante".

En segundo lugar, el INGESA ha asegurado que "debe quedar claro que se le explicó en todo momento que, por operatividad y derecho a la intimidad del resto de los usuarios, que en ese momento se encontraban en la sala de extracciones, no se permite el paso a los familiares, excepto en determinadas situaciones (por ejemplo, en caso de menores y sus padres) que no es este el caso". "Como el propio denunciante expone -añade Sanidad-, se le pidió "por favor" que saliese de la sala".

En tercer lugar, ha destacado que "hay constancia de que la paciente accedió sin problema al lugar de la extracción sin incidencia alguna y sin mostrar inquietud". Además ha proseguido subrayando que "cuando salió de la sala agradeció mucho el trabajo realizado por las profesionales".

Por último, ha aseverado que, "una vez terminada la asistencia sanitaria, el hijo de la paciente volvió a entrar en la sala para increpar a la profesional y amenazar con publicar este incidente en las redes sociales".

El INGESA ha recordado que existen cauces en los diferentes centros sanitarios para que los usuarios expresen su opinión sobre el servicio que se presta y, en caso de disconformidad, para poder efectuar la reclamación correspondiente.

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Redacción

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