Pero hablamos de Londres, con los fallecidos y heridos en centros hospitalarios perfectamente identificados. Y aunque las autoridades británicas aleguen que la lentitud se debe a que quieren tener la absoluta certeza con las pruebas de identificación de las víctimas, han pasado cuatro días y el retraso parece excesivo. De nuevo las calles de Londres se volvieron a teñir con la sangre de personas anónimas, víctimas absolutamente inocentes de un nuevo grupo, en este caso tres, de asesinos desalmados que llevaron el terror irracional e incalificable, al que nunca nos deberíamos de acostumbrar, al puente de Londres y sus alrededores.
Pasados tres días las autoridades británicas empiezan a hacer públicos los datos de los autores del brutal ataque que se ha cobrado siete víctimas mortales, con solo cuatro identificadas hasta el momento y 48 heridos entre los que se encuentra un español Alex Martínez con lesiones que afortunadamente no revisten gravedad.
Y por tanto, hemos podido saber, aunque con un cierto retraso que puede ser justificable para no obstaculizar los trabajos policiales de localización y detención, que Khuram Shazad Butt, el 'cabecilla' del atentado del Puente de Londres, era "conocido" por las fuerzas de seguridad británica por estar vinculado al grupo extremista al-Muhajiroun y por haber sido denunciado por su extremismo en dos ocasiones, por un amigo y por una vecina que le escuchó decir: "Estoy dispuesto a hacer lo que sea en el nombre de Alá, incluso matar a mi madre". Shazad Butt aparecía también en el documental del Canal 4 'Los yihadistas de la puerta de al lado', desplegando hace un año una bandera del Estado Islámico sobre el césped de Regents Park en el momento de la oración. Unas circunstancias por las que en España casi con completa probabilidad no andaría campando a sus anchas por la calle, ya que el hecho de mostrar públicamente esa bandera ya es delito. Se trata por tanto de un cúmulo de circunstancias que están haciendo que muchos británicos se cuestionen la necesidad de revisar las leyes antiterroristas, de endurecer las sentencias y de reforzar la prevención. Incluso la premier británica Theresa May ha llegado a decir que "hay demasiada tolerancia con el extremismo en este país", mientras que Scotland Yard reconocía que Shazad Butt había sido fichado por el MI5 por su pertenencia al grupo extremistas islámico al-Muhajiroun, prohibido en el Reino Unido en el 2005 tras el atentado contra el metro y los autobuses de Londres que causó 52 muertos y decenas de heridos.
El atentado, en esta ocasión tiene para nuestra país más connotaciones adicionales debido a la un tanto extraña desaparición del español Ignacio Echevarria que fue visto por última vez en el Mercado de Borough cuando intentaba socorrer a una mujer que estaba siendo apuñalada y sus amigos le vieron, tendido en la acera. Desde ese momento ni la familia ni sus conocidos más cercanos han logrado contactar con él ni encontrarle en hospitales y su hermana Isabel, residente también en Londres, no ha recibido ninguna confirmación en los hospitales que ha visitado de que la identidad de alguno de los heridos se corresponda con la de Ignacio. Y teniendo en cuenta que la policía británica cuenta hasta con sus huellas dactilares, resulta difícil comprender la desaparición del español en un país europeo donde todas las víctimas están localizadas en hospitales concretos. No hablamos del tsunami que arrasó Japón en 2011, causando 15.893 muertes, 2.556 personas desaparecidas y 6.152 heridos y que dejó cadáveres y heridos diseminados a lo largo de kilómetros con las consecuentes dificultades para su identificación. Pero hablamos de Londres, con los fallecidos y heridos en centros hospitalarios perfectamente identificados. Y aunque las autoridades británicas aleguen que la lentitud se debe a que quieren tener la absoluta certeza con las pruebas de identificación de las víctimas, han pasado cuatro días y el retraso parece excesivo, a pesar de que el banco HSBC, donde trabaja el joven madrileño de 39 años, ha contratado a un detective y de que el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, ha pedido este lunes a su homólogo británico, Boris Johnson, que el Reino Unido acelere "al máximo" la identificación de las víctimas mortales del atentado yihadista para "no añadir más angustia y dolor a las familias", su homólogo británico ha respondido que son "sus procedimientos" y que deben estar seguros de las identificaciones antes de hacerlas públicas.
En Melilla, ciudadanos y responsables políticos y policiales mayoritariamente y otros representantes de centros y direcciones provinciales de la Administración General del Estado mostraban su solidaridad con las víctimas de Londres, Kabul y Egipto y al término del minuto de silencio, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, destacaba la necesidad de estar “todos apoyando y unidos como una piña para combatir a estos canallas” y señalaba que la inmensa mayoría de los musulmanes “están en contra de esto y sufriendo en sus propias carnes este azote”.
