La querellante pidió que se mantuviera la orden de alejamiento que, como medida cautelar, se impuso antes del juicio desde el Juzgado de Guardia. No obstante, la mujer manifestó que no quería que el procesado fuera condenado. Según se recoge en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el pasado 31 de mayo pegó varios puñetazos en la cara y en el pie a su mujer cuando estaban en la calle Río Nalón. Por este motivo, el fiscal le reclama la pena de un año de prisión y una orden de alejamiento e incomunicación por un plazo de tres años. Ocurrió ayer, en la sala del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. La mujer decidió acogerse a su derecho a no declarar en contra de su marido, al que denunció días antes por ser el presunto autor de un delito de violencia de género.
La querellante pidió que se mantuviera la orden de alejamiento que, como medida cautelar, se impuso antes del juicio desde el Juzgado de Guardia. No obstante, la mujer manifestó que no quería que el procesado fuera condenado.
El procesado tampoco prestó declaración en la vista.
Los hechos
Según se recoge en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el pasado 31 de mayo pegó varios puñetazos en la cara y en el pie a su mujer cuando estaban en la calle Río Nalón.
Por este motivo, el fiscal le reclama la pena de un año de prisión y una orden de alejamiento e incomunicación por un plazo de tres años, como se contempla en los puntos 1 y 2 del artículo 153 del Código Penal.
El letrado de la defensa, por el contrario, solicita la absolución ante la falta de pruebas incriminatorias en contra de su cliente.
La juez decidirá.
