Desde el pasado jueves y en el Hospital del Rey se muestra, hasta el próximo octubre, una interesante exposición que recopila interesantes documentos gráficos sobre la Melilla del pasado siglo. Y es que para el mundo de la imagen, la divulgación a nivel mundial del primer daguerrotipo en 1839, supuso un gran avance para tener documentación gráfica de todo aquello que podía ser captado por el objetivo de una cámara fotográfica. Ésta se ha ido perfeccionando con el tiempo hasta llegar a unas posibilidades imposibles de pensar en sus orígenes. Los primeros fotógrafos llegan a Melilla como reporteros gráficos para cubrir las campañas militares. Algunos decidieron asentarse en la ciudad y es entonces cuando empiezan a abrirse los primeros estudios fotográficos dentro y fuera del recinto fortificado.
Homenaje a los fotógrafos
Esta exposición de material relacionado con el mundo de la fotografía es además de un homenaje a todos y cada uno de los profesionales de este gremio que han dejado su impronta en todas las fotografías que hicieron, un recorrido histórico-gráfico por la Melilla del siglo XX a través de aquellas instantáneas que captaron sus máquinas.
Dentro y fuera de los estudios fotográficos estas personas son capaces de "apresar" con sus cámaras detalles que para la mayoría pasan desapercibidos. Su especial sensibilidad les dota de unas capacidades que posibilitan el tener testimonios gráficos de todo tipo.
Gracias a los profesionales que trabajaron en la pasada centuria hoy contamos con una gran cantidad de imágenes que nos ayudan a conocer sobre todo aquellas épocas que no tuvimos la oportunidad de vivir o conocer.
Muchos son los nombres, para un conocimiento más exhaustivo nada mejor que leer la obra de Juan Díez Sánchez 'Notas e imágenes para la historia de la fotografía en Melilla', presentado en la tarde del jueves día 8 durante las V Jornadas Técnicas de Archivos, celebradas este año y organizadas junto con Ceuta.
Cesión de particulares
El material utilizado para esta muestra ha sido cedido amablemente en un 90% por varias familias melillenses que no han dudado en poner a disposición del Archivo General una parte importante de sus propias historias personales.
El día a día de una población, acontecimientos que marcaron sus vidas: bodas, bautizos, comuniones. Momentos de ocio en las fiestas patronales, con familiares y amigos. Paseos por el parque, la "Avenida" o plaza de España. O también en el trabajo, junto a compañeros, todo ello inmortalizado por los "fotógrafos" que con sus cámaras colgadas recorrían la ciudad para ganarse un pequeño jornal.
Llamamiento de continuidad
Sería pues interesante que este tipo de iniciativas tuvieran continuidad en el tiempo y que sean muchos más melillenses los que se acerquen hasta el archivo para "prestar" sus fotografías familiares y así poder ampliar el patrimonio documental gráfico de todos.
Visitas
Merece la pena acercarse hasta el Hospital del Rey y visitar esta exposición que nos hará viajar en el tiempo y conocer cómo era la Melilla de aquellos años y cómo eran sus gentes. También volver a ver aquel famoso caballito que durante años estuvo en el Parque Hernández gracias a Esteban Pérez, "el último minutero", y su cámara, cuyas reproducciones ha elaborado magistralmente Manuel López-Ochoa Oña.
En la entrada de la sala se pueden apreciar dos relaciones, por una parte la de Estudios Fotográficos y por otra una serie de agradecimientos a quienes han ayudado, de una forma u otra a la elaboración y montaje de la exposición.
Se exponen también una serie de cámaras cedidas temporalmente por varias personas. Está previsto que continúe abierta al público hasta el 1 de octubre. Desde estas páginas les animamos a visitarla.
