Vicente, nombre ficticio de uno de los pacientes a los que atendió el doctor Joaquín Martínez Díaz como médico evaluador del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en Melilla, y que denunció públicamente el trato "prepotente, chulo e inútil" que le dispensó el médico interino, ha aclarado una parte de su entrevista, en concreto la que señalaba que había fingido un infarto para que le hiciera el reconocimiento que venía estipulado en la carta de convocatoria. El denunciante ha señalado que lo que en realidad quería decir en sus declaraciones es que "ante la presión y falta de diálogo, tuve un amago de angina de pecho y él no supo cómo actuar, teniendo que tomarme una pastilla para salir de la situación, pastilla que me administré yo pues él estaba apabullado sin saber qué hacer".
El melillense, en cambio, sostiene el resto de sus manifestaciones a MELILLA HOY, en las que se quejaba de la forma de proceder de Joaquín Martínez y en las que sugería que podía aplicar distintas varas de medir a la hora de la concesión de la condición de baja por incapacidad laboral permanente.
