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Piden 2 años de cárcel para la jefa de estudios de la Residencia de Estudiantes Marroquíes

Residencia de Estudiantes Marroquíes en Melilla

Ayer se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla la que fuera jefa de estudios de la Residencia de Estudiantes Marroquíes en el curso académico 2012/2013. La mujer se enfrenta a dos años de cárcel por un presunto delito continuado contra la integridad moral. Un ex alumno del mismo centro denunció que la maestra usaba palos para pegarle a él y a sus compañeros y que solía agredir a los menores con la manguera del patio cuando los estudiantes tenían que formar filas. La procesada negó los hechos en el juicio e insistió en que la madre del chico habría orquestado esta denuncia como argucia para poder cambiarlo a un centro español. La acusada era jefa de estudio en la Residencia de Estudiantes Marroquíes en el año 2013. Su nombre comienza por la inicial N. y se encuentra procesada por un presunto delito continuado contra la integridad moral. Se enfrenta a la posible pena de dos años de prisión.
El denunciante cursaba 6º de Primaria cuando interpuso la denuncia contra la maestra. Fue el mismo alumno que grabó en vídeo a un profesor del centro agrediendo a otro estudiante con un palo. Una grabación que acabó en manos de la Policía y que dio pie a otro procedimiento separado, también por presuntos malos tratos.
Según expuso ayer el chico ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, la procesada solía pegarle a él y a sus compañeros en las piernas con la goma de una manguera. Estas supuestas agresiones tenían lugar cuando hacían fila en el patio, detalló.
La procesada también maltrataba presuntamente a los alumnos cuando eran expulsados de clase, según el joven. A veces usaba hasta palos, afirmó. «Me pegaba cada dos por tres», indicó el ex alumno en el juicio.
«Se me quitaron las ganas de estudiar porque me pegaban». Según el denunciante, su comportamiento cambió en la escuela y en la casa tras las presuntas agresiones. Finalmente, dejó la Residencia de Estudiantes Marroquíes en abril de 2013.

Turnos distintos
La jefa de estudios negó que hubiera agredido al denunciante. Según defendió, ni si quiera solían coincidir en horarios. Apuntó que él acudía al centro por las tardes y que ella trabajaba por las mañanas. Tampoco mantuvo una conversación con el chico como jefa de estudios, aseguró. «¿Hay alguna manguera en el patio?», preguntó la fiscal. La acusada respondió que no.
La procesada sostuvo que fue llamada a declarar en sede policial a raíz de la grabación en la que un profesor aparecía pegando y zarandeando a otro menor. Entonces ya se quedó «sorprendida», según apuntó.
«Era famoso por malo, por mal comportamiento», declaró sobre el denunciante. Según dijo, solía ponerse los cascos y no atendía en clase.

Las secuelas
«Yo pensaba que se peleaba con el resto de los críos porque venía con la cara marcada», testificó el padre del chico. Según admitió en la vista, no creyó a su hijo hasta que vio el vídeo de la agresión. La madre también señaló que, en un principio, no hizo caso a las acusaciones de su hijo. Sin embargo, aseguró ante la magistrada que llegó a ver cómo la acusada zurraba a los alumnos con la manguera cuando llevó a sus hijos al centro.
«Lo que mi hijo ha sufrido en el colegio lo estamos sufriendo ahora», sentenció la madre. Según relató, el chico joven ha necesitado terapia psiquiátrica. «Le ha dejado secuelas».

Testigos de la defensa
La defensa aportó tres testigos. Por un lado, contó con la declaración de la que era tutora y jefa de estudios del curso del denunciante. Aseguró que era un estudiante conflictivo: «Venía con mala gana, fumaba… y otras cosas». Explicó también que los jefes de estudios no vigilan las filas en el patio, sino los profesores. Respecto a la acusada, señaló que «nunca se quedaba en mi turno», por lo que no podría haber coincidido con el querellante. «Nunca la he visto que pegase a nadie con una manguera», subrayó.
Declaró también una joven, ex compañera de clase del demandante. También era compañera del menor que aparecía siendo agredido en el vídeo que el joven filmó. «Nunca vi que pegase a nadie», dijo sobre la acusada. Asimismo, incidió en que no era ni su tutora ni su jefa de estudios, ya que tenían distintos horarios por la mañana y por la tarde. «Los profesores son los que vigilan el patio», agregó.
Por otro lado, quien fuera secretaria de administración de la Residencia de Estudiantes Marroquíes respaldó la versión de que ni la acusada ni el denunciante coincidían en el centro al tener distintos turnos. También incidió en que eran los profesores los que vigilaban el patio y en que nunca presenció ninguna agresión de la jefa de estudios a un alumno.

Conclusiones
Tras escuchar todas las declaraciones, la fiscal reclamó el dictado de una sentencia condenatoria para la acusada. La defensa, por su parte, alegó que «el niño miente más que habla». Según incidió, el joven habría puesto la denuncia al ser alentado por su madre. Por ello, pidió la absolución de su representada.

Última palabra
«La madre ha ido por venganza a por mí. Lo juro y estoy en Ramadán», declaró la jefa de estudios de la Residencia de Estudiantes Marroquíes en su derecho a la última palabra. Según explicó, la madre podría haber actuado así para que su hijo pudiera acceder a un colegio español.
La magistrada tendrá que dictar sentencia.

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Irene Quirante

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