No será hasta la próxima semana cuando más se note la llegada a Melilla de coches procedentes de distintos países de la Unión Europea para pasar el final de Ramadán y pascua chica en sus países de origen, pero desde ayer oficialmente ha arrancado la Operación Paso del Estrecho (OPE)
La OPE se desarrollará en dos fases: la de Salida, que tiene lugar desde este jueves 15 de junio al 15 de agosto; y la fase de Retorno, que va del 15 de julio al 15 de septiembre.
En la Fase de Salida, se han definido como posibles días críticos por la afluencia de vehículos y pasajeros los días 15, 16, 17, 22, 23, 24, 29, 30 y 31 de julio, así como el 1 y 2 de agosto. Por su parte, en la fase de Retorno, se prevé que las mayores aglomeraciones se produzcan entre el 24 y el 27 de agosto.
Una circunstancia que suele afectar al desarrollo de la Operación es la celebración del Ramadán, pero este año se espera que no tenga tanta influencia como en años anteriores, ya que finaliza el 26 de junio, lejos de los días críticos, aunque en el caso de Melilla está por ver cómo le afecta.
Entre los objetivos que Protección Civil tiene para el operativo de este 2017 se encuentran: disponer de un Plan de Flota adecuado a la demanda; dimensionar un dispositivo de seguridad específico que combine fluidez y seguridad en el tránsito, especialmente, en las fechas críticas; facilitar los servicios sociales y sanitarios adecuados; así como determinar espacios suficientes de aparcamiento en los puertos y facilitar áreas de descanso e información en las rutas más importantes. Todo ello se encuentra coordinado y se complementa con campañas de información a la población.
Desde el punto de vista de participación de servicios humanos, se han previsto más de 15.000 personas (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sanitarios, traductores, asistentes sociales, Cruz Roja, etc.).
El puerto de Melilla ofertará durante la OPE un total de 8.650 plazas diarias, de las 90.086 que habrá en el conjunto de los puertos que participan en la OPE, y 2.034 para vehículos, de las 20.353 que conforman la oferta máxima nacional diaria.
Esta operación será una nueva prueba de fuego para nuestra siempre presente frontera que tendrá que sumar esta complicación a la que ya de por si sufre con los porteadores, con huelga de comerciantes fronterizos incluida, a lo que se suma que organizan piquetes para que las naves de los polígonos industriales también secunden sus cierres como se ve en la imagen que acompaña este Editorial. Ya tendremos tiempo de analizar cómo afrontamos en Melilla este reto pero lo que es evidente es que si las medidas que se están adoptando hasta ahora, como el recorte del horario para el comercio atípico o comercio fronterizo no dan resultados, tendremos un verano Melilla nada halagüeño en lo que al tránsito fronterizo se refiere y lo que sería peor, consecuencias negativas para el resto de la ciudad, tanto en el aspecto social -con calles colapsadas de vehículos"- y económicos, al no poder cruzar con normalidad esos deseados turistas marroquíes que reclama el comercio tradicional de nuestra ciudad, como el del centro de la ciudad, así como los hoteleros, que se verían sin hasta ahora sus verdaderos y únicos potenciales clientes, si tenemos en cuenta el turismo que genera Melilla.
