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Lo que nos faltaba

Para intentar explicar lo que le viene sucediendo a la frontera tenemos que recurrir al rico refranero español y en, este sentido, no hay otro que le venga mejor que el que dice así: “Éramos pocos, y parió la abuela”. Pues eso Sólo le faltaba a la frontera de Melilla con Marruecos que ahora se le sumaran los coches kamikazes. A todos los problemas que arrastra en estas últimas fechas, que han convertido los pasos fronterizos en verdaderos tapones, ahora hay que añadir esta dificultad que parecía ya superada -los últimos intentos de este estilo se produjeron el 26 de marzo y el 7 de abril de este año- y que ayer volvió con fuerza después de que un vehículo de la marca Mercedes, con nueve inmigrantes a bordo, entrara a toda velocidad por Farhana, sin importarle las vidas de los agentes que custodian el puesto ni de los transeúntes que por allí pasan, ya sea a pie o en vehículo. Así hirió a un agente de la Policía Nacional, que en un gesto de heroicidad, intentó hasta el último instante evitar la entrada cerrando la verja aunque finalmente fue golpeado por la acción del kamikaze y un guardia civil, que también intentó lo propio aunque finalmente el coche accedió y el conductor logró huir mientras los nueve inmigrantes fueron interceptados, todos ellos de origen subsahariano.

Esta acción viene a empeorar un panorama ya sombrío como es el de la frontera porque a los problemas con los porteadores y el inicio de la Operación paso del Estrecho -a lo que hay que añadir el control de la inmigración irregular y mayores inspecciones por la alerta terrorista-, ahora le tenemos que sumar esta forma tan peligrosa de acceder irregularmente a la ciudad.

Para ello, tenemos que recurrir al rico refranero español y a lo que le viene sucediendo a la frontera, no hay otro que le venga mejor, que el que dice así: "Éramos pocos, y parió la abuela". Para aquellos que aún no lo sepan, es como decir: si ya no había suficientes cosas que funcionasen mal hasta el momento, de repente llega otra cosa más grave que lo sigue empeorando. Se trata de expresión muy usado y que incluso le han buscado el equivalente a lo que viene siendo la Ley de Murphy: Si algo puede salir mal, saldrá mal. Y si además puede empeorar, lo hará. Pues eso, con la frontera parecemos que estamos gafados porque todas estas complicaciones, las nuevas y las antiguas, no hacen más que ralentizar el paso y evitan, como desean melillenses y nadorenses que quieren cruzar los puestos para el turismo, que podamos tener una frontera ágil y fluida.

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