Melilla celebra también que Don Felipe haya recuperado la confianza en la institución que dirige pero sigue ansiando su visita, al ser nuestra ciudad, junto con Ceuta, las únicas autonomías que le restan por visitar. Este lunes se han cumplido tres años de la llegada al trono de España del Rey Don Felipe VI tras la abdicación de su padre Don Juan Carlos I. Tres años en los que ha mejorado la imagen de la monarquía después de un última parte del reinado de Don Juan Carlos salpicados de varios escándalos, la práctica totalidad relacionadas con la Infanta Cristina y sobre todo su marido Iñaki Urdangarín. Aún así, los agradecimientos a la figura del anterior monarca son patentes y llegan también desde Melilla, como es el caso del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que en el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas celebradas el 15 de junio de 1977 ha expresado "mi agradecimiento y lealtad a SM el Rey D. Juan Carlos", que calificó como "¡¡¡El gran artífice!!!" del paso de un régimen autoritario a una democracia.
Melilla celebra también que Don Felipe haya recuperado la confianza en la institución que dirige pero sigue ansiando su visita, al ser nuestra ciudad, junto con Ceuta, las únicas autonomías que le restan por visitar.
Por el momento Felipe VI no ha viajado a las dos ciudades autónomas, pese a que ha recibido repetidas invitaciones para visitarlas. En estos casi tres años desde la proclamación el 19 de junio de 2014, los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda, han expresado su deseo de que el jefe del Estado visite sus ciudades.
Lo han hecho tanto de palabra, incluso al saludar a Felipe VI en la recepción posterior a la proclamación y también en declaraciones públicas, como por escrito, en cartas que han enviado al Palacio de la Zarzuela invitando al rey a que les visite.
Sin embargo, todavía no ha sido así. Pero por paciencia, a los melillenses no nos gana nadie si tenemos en cuenta que esperamos 32 años para aguardar la histórica visita que realizaron los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía un 6 de noviembre de 2007. Por tanto, confiamos en que la llegada de Don Felipe y Doña Letizia se produzca antes o después, pero que se produzca.
En este sentido, debemos admitir que el tercer aniversario de la coronación de Don Felipe llega en un momento de más estabilidad y menos tensión para las instituciones españolas. Hace un año, España tenía un Gobierno en funciones y estaba en vísperas de unas segundas elecciones ante la incapacidad de los partidos de formar gobierno después de las elecciones de noviembre de 2015. Por primera vez en democracia, en 2016 el Rey se vio en la situación de tener que encargar la formación de Gobierno al segundo partido más votado, el PSOE, ya que el candidato del primero, Mariano Rajoy, declinó hacerlo.
Los pronósticos para las elecciones de junio de 2016 apuntaban a un Congreso igualmente dividido y no estaba claro que el panorama político fuese a despejarse. Un año después, sin embargo, España tiene un Gobierno que, aunque en minoría, ha pactado los Presupuestos de 2017 y acaba de superar sin dificultad una moción de censura.
Además, en este último año se ha despejado la sombra del 'caso Nóos' para la hermana del Rey, Cristina de Borbón, que el pasado febrero fue absuelta del delito fiscal que le imputaba la acusación particular, Manos Limpias. Su marido, Iñaki Urdangarín, sí fue condenado a seis años de cárcel por el desvío de más de seis millones de euros de las arcas públicas a través de un entramado societario montado junto a su socio Diego Torres.
En abril se pudo ver a la Infanta Cristina en el Palacio Real por primera vez en cuatro años, asistiendo a la misa funeral por su tía abuela Alicia de Borbón-Parma en uno de los bancos reservados a la familia del Rey. Eso sí, aunque se trataba de un acto oficial, tenía más naturaleza familiar que institucional.
