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Unos gritos que llaman la atención

Las imágenes de estos hombres de pobladas barbas levantando los brazos, gritando y con una actitud desafiante, no habrán pasado desapercibidas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para averiguar hasta dónde llega el fanatismo de algunos Desde el 26 de junio de 2015, fecha en el que el Ministerio del Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA), las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido a 173 terroristas yihadistas en operaciones realizadas en España y en el exterior y a un total de 218 desde principios de 2015. Una de ellas ayer en Melilla. El desarrollo de las investigaciones ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre la Guardia Civil y el Servicio de Inteligencia danés (PET), la Policía de Copenhague, la Dirección General de Vigilancia del Territorio de Marruecos (DGST), EUROPOL y el CNI. Además, para la aplicación de la legislación en materia de blanqueo de capitales y prevención de la financiación del terrorismo, se ha contado con la participación del sistema preventivo español.

Los investigadores tratan ahora de determinar la extensión completa de la estructura que se oculta detrás de las numerosas sociedades, perfiles en redes sociales e identidades virtuales, así como las actividades relacionadas con el envío de combatientes a zonas en conflicto.

Hay que recordar que también esta semana fueron detenidos otros tres yihadistas en España, en concreto en Madrid. Uno de los detenidos por la Policía Nacional está acusado de integración en el Estado islámico y es "extremadamente peligroso" por radicalización y por su perfil coincidente con el de los autores de atentados recientes en Reino Unido o Francia.

De la operación de Melilla, llama la atención la actitud de algunas personas, mayoritariamente jóvenes y adolescentes, que apoyaron al detenido al grito de 'Al lahu-akbar' (Dios es grande) e incluso algunos parecían increpar a los agentes de la Guardia Civil que desarrollaban la operación, cuando culminaron la salida del detenido después de trece horas de registro.

Las imágenes de estos hombres de pobladas barbas levantando los brazos, gritando y con una actitud desafiante, no habrán pasado desapercibidas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para averiguar hasta dónde llega el fanatismo de algunos y sobre todo qué serían capaces de hacer.

La lucha contra el terrorismo internacional en Melilla es muy destacada como demuestran las múltiples detenciones que se han producido desde que existe este fenómeno, en una ciudad como la nuestra que siempre se ha caracterizado por su convivencia e interculturalidad, pero que no quita que haya una minoría -esperemos y deseamos que muy minoritaria- que ha quedado atrapada por ideales extremistas y que nada tienen que ver con la cultura melillense.

Al margen de estas llamativas protestas contra las fuerzas de seguridad por hacer su trabajo, además en un tema tan sensible como el terrorismo, lo importante es que se ha podido detener a M.E.M., porque presuntamente se servía según Interior de un entramado societario en Dinamarca para evadir elevadas sumas de dinero con las que financiar esta red de captación de alcance internacional.

La Guardia Civil mantenía abiertas varias investigaciones, alguna de ellas desde el año 2012, sobre varios residentes melillenses que, a pesar de carecer de la más elemental formación económica, ostentaban puestos de responsabilidad en empresas danesas.

Se trata de un golpe contra el terrorismo internacional, en un momento en el que no se puede bajar la guardia, teniendo en cuenta lo que está ocurriendo en algunas zonas de Europa.

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Redacción

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