Y es precisamente en las plazas de Estopiñán y de Armas donde tienen lugar los conciertos que a través de Turismo se ofrecen los viernes, de manera totalmente gratuita, enmarcados en el ya popular ciclo denominado "Música a la luna … por los rincones del Pueblo". Todo un acierto muy esperado cada temporada por públicos muy diferentes en cuanto a preferencias musicales y edades. De hecho, mañana será el turno de "Jarabe de palo" al que ya el pasado mes precedieron Nena Daconte y Celia Flores. Todo aquel que llega a Melilla tras varios años de ausencia se queda gratamente sorprendido por las visibles transformaciones que ha experimentado la ciudad en general y, en especial, su zona más antigua. Una ciudad en la que uno de sus hitos más significativos se produjo en aquella época en que tras largas negociaciones entre España y Marruecos, el 24 de agosto de 1859 se redactaba y firmaba el Tratado de los Límites de Melilla que reconocían a España la extensión de la ciudad ya señalada desde 1557. Cuatro años más tarde se materializaba la ampliación de límites, mediante un curioso sistema. Por medio del alcance de un cañón, conocido como “El Caminante”, de 24 mm. de calibre y a 21º de elevación, disparado desde el fuerte de la Victoria. Con el disparo se consiguió una distancia de tiro de 2.900 metros, que sirvió de radio para trazar los nuevos límites y la demarcación fronteriza con Marruecos, tomando como centro la actual plaza de España. El territorio de Melilla quedó fijado desde entonces en 12,33 kilómetros cuadrados, que hoy día, debido al vertedero de escombros se cifra en torno los 13 kilómetros cuadrados.
Melilla la Vieja o "El Pueblo", como cariñosamente le llaman los melillenses más antiguos, comprende el recinto fortificado que comenzó a construirse en el S. XV sobre la roca que sirvió de asiento a la antigua Rusadir de fenicios y romanos, destruida y reedificada varias veces, a lo largo de la historia. Un conjunto monumental compuesto por cuatro recintos separados por un foso o cortadura. Los tres primeros se internan en el mar y el cuarto sobre el continente. En este último destacan los Fuertes del Rosario y de las Victorias, desde donde se realizaron los disparos del cañón "El Caminante" que determinó los actuales límites de Melilla.
Unos pilares sobre los que el Gobierno de la ciudad ha mostrado un gran interés en poner en valor en los últimos años a través de actuaciones que llegan de áreas como Cultura, Turismo o la Fundación Melilla Ciudad Monumental. La musealización, en su día, de las Cuevas del Conventico, con posterioridad la aparición del Museo Sacro y mas tarde la apertura de los Museos de Las Peñuelas, o el Museo Ibáñez, una pinacoteca de arte español moderno y contemporáneo, han impulsado el interés cultural del lugar.
Son numerosas las actuaciones que se han llevado a cabo en los recintos fortificados que acogen, entre otras, la zona histórica melillense tradicionalmente conocida por el “Pueblo”. De hecho, los avances que ha experimentado el barrio más antiguo de la ciudad son muy notorios, en base a los variados y frecuentes planes de actuación que en los últimos tiempos se están desarrollando en el lugar, al objeto de intentar devolver parte de la vida y el esplendor que en su día tuvo la ciudadela melillense.
Si a los múltiples centros museísticos del Pueblo, sumamos las terrazas instaladas en las plazas de Pedro de Estopiñán y la de Armas, entre otros nuevos locales de hostelería, se ha propiciado la subida al Pueblo, tanto de foráneos como de melillenses, que van disponiendo de más lugares para “reponer fuerzas” y de disfrutar de actuaciones musicales variadas que desde distintos organismos y entidades se ofrecen a lo largo del estío melillense tanto en la Iglesia de la Purísima Concepción como en el hospital del Rey o en las dos plazas mas significativas del lugar. Y es precisamente en estos dos espacios al aire libre donde tienen lugar los conciertos que a través de Turismo se ofrecen los viernes, de manera totalmente gratuita, enmarcados en el ya popular ciclo denominado “Música a la luna … por los rincones del Pueblo”. Todo un acierto muy esperado cada temporada por públicos muy diferentes en cuanto a preferencias musicales y edades. De hecho, mañana será el turno de “Jarabe de palo” al que ya el pasado mes precedieron Nena Daconte y Celia Flores.
Unas citas musicales que vienen a sumarse a un sinfín de medidas cuyo objetivo final no es otro que recuperar para todos esa parte de la historia que ha sido el pilar de la Melilla actual y que por el empeño de los responsables de la Ciudad en general y de áreas como Cultura o Turismo que han contado con el complemento de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, están comenzando a dar unos frutos encaminados a que el recinto amurallado de Melilla no se circunscriba a las visitas turísticas sino que forme parte del circuito urbano habitual de cualquier ciudadano.
