Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente, demostraba que sus compromisos adquiridos con el equipo de gobierno local durante su reciente visita a Melilla, no fueron una simple declaración voluntariosa. De hecho, reunida de nuevo en Madrid con los dirigentes de la ciudad dejó totalmente claro que los proyectos medioambientales reclamados por la Ciudad serían realidad de forma inminente. En total un conjunto de tres proyectos que iban a comenzar su ejecución durante el verano y que iban a suponer una inversión en la ciudad, próxima a los 3.400 millones de las antiguas pesetas. Se trataba entre otros, de la barajada planta desaladora que tendría un coste de 2.000 millones a sufragar en un 85% con fondos de cohesión y el resto por el Ministerio de Administraciones Públicas. Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente, demostraba que sus compromisos adquiridos con el equipo de gobierno local durante su reciente visita a Melilla, no fueron una simple declaración voluntariosa. De hecho, reunida de nuevo en Madrid con los dirigentes de la ciudad dejó totalmente claro que los proyectos medioambientales reclamados por la Ciudad serían realidad de forma inminente. En total un conjunto de tres proyectos que iban a comenzar su ejecución durante el verano y que iban a suponer una inversión en la ciudad, próxima a los 3.400 millones de las antiguas pesetas. Se trataba entre otros, de la barajada planta desaladora que tendría un coste de 2.000 millones a sufragar en un 85% con fondos de cohesión y el resto por el Ministerio de Administraciones Públicas.
