Ya son varias las noticias que me llegan sobre las burlas y escarnios que han recibido varios toreros cuando por cogidas de toros han perdido la vida. Yo siempre fui un defensor de la Tauromaquia por el hecho de ser ésta un arte y espectáculo que nos identifica como país y como pueblo, pero es evidente que dicho espectáculo para que no dé una mala imagen de nuestra nación debe de cambiar con la sensibilidad social que existe actualmente hacia los animales. Pues esto ya es algo generalizado y al que yo personalmente me sumo…A mí me gusta que la gente en general haya cambiado de opinión sobre la ceremonia de la matanza de este animal, como de no hacerle sufrir a los animales en general.
Sin embargo, eso es una cosa, y el hecho de alegrarse de la muerte de una persona, por muy equivocada que nosotros pensemos que esté, es otra. Desde mi perspectiva, no es propio que una persona que defienda el hecho de no maltratar a los animales, se alegre por la muerte de un ser humano, ya que esto denota falta de sensibilidad y carencia de sentimientos, cuanto menos revela un fanatismo en sus ideas que chocan frontalmente con lo defendido.
La democracia y la libertad de expresión no han venido a España para que unas personas puedan ofender a otras personas y menos en estas circunstancias tan macabras. La democracia ha venido para que la gente pueda opinar libremente sobre cualquier tema, pero los insultos, libertad para reírse de los demás, humillar al prójimo y menos en ciertas circunstancias. Creo sinceramente que este tipo de actitudes deberían de estar prohibidas por decreto ley.
Y apunto también que en España hay otros espectáculos taurinos que se deberían de potenciar… Hay en los pueblos castellanos unos muchachos que saltan por encima de los toros de una forma impresionante. Los torean sin capote. Además, el rejoneo se podría modernizar colocando al toro una especie de manta almohadilla sobre el lomo cuyas banderillas se adhieran a éste, sin lesionar al toro… También se echa en falta una exhibición ecuestre en cada corrida con música típica española. Creo que intercalando estos tres espectáculos en una sesión de tarde taurina, tanto aficionados a los toros como quienes no lo son, les agradaría bastante… Aunque me consta que siempre habrá gente carentes de dos dedos de frente que dirá que los toros no son para humillarlos y cosas por el estilo… que digan lo que quieran. Lo cierto es que califico la fiesta de los toros, tal y como está concebida en la actualidad inclusive lo que se hace con estos animales en muchas fiestas populares de España, como algo aberrante que denota una falta de sensibilidad incomprensible. Y más en un país de la órbita europea como es el nuestro. Pero eso no nos da derecho a insultar y alegrarnos de una persona porque pierda la vida mientras torea.
