Si hay un lugar en España que sea testigo de gran parte de su historia militar y de las campañas realizadas en el Norte de África, ése es el cementerio municipal de la Purísima Concepción de Melilla. El Centro de Historia y Cultura Militar, en su afán por difundir la cultura de defensa, realizan todo tipo de actividades, para que los ciudadanos puedan conocer la historia militar de España y la de los protagonistas militares de historias, relatos de hechos de armas, condecorados, etc., enterrados en este cementerio y que engrandecen el patrimonio histórico de nuestras Fuerzas Armadas.
Algunas de estas tumbas acogen los restos de hermanos, como los que vamos a relatar a continuación y que supusieron una gran pérdida y dolor a sus familias.
Existe un sepulcro (Parcela 4, fila 11, número 7) a la derecha de la capilla, junto a la tumba del laureado Capitán Accame Romero (en Cádiz tiene una calle con su nombre), donde reposan los restos de varias hermanas, no de sangre, pero sí de vida consagrada. En la lápida figura únicamente la inscripción "Terciarias Franciscanas".
En ella reposan los restos de varias religiosas de la Congregación de Hermanas Franciscanas del Buen Consejo. Entre ellas se encuentra SOR MARÍA DE LA ALEGRÍA DE JESÚS.
Su nombre era Juliana Garrido Caballero, natural de la localidad salmantina de Aldeadávila de la Ribera y nacida el 8 de abril de 1880.
La Congregación de Hermanas Franciscanas del Buen Consejo se estableció en Melilla en el año 1904 de la mano de Sor Josefina, quien estuvo acompañada entonces por dos hermanas, llegando Sor María Alegría de Jesús al año siguiente, 1905. Las dos, Sor Alegría de Jesús y Sor Josefina, tuvieron dedicada una calle en la ciudad.
Durante la Campaña de 1909, estas monjas se hicieron cargo de la atención de los heridos en el Hospital Militar de Melilla la Vieja, colaboraron como enfermeras en varios hospitales de la ciudad, entre ellos estaba el de nueva creación llamado Hospital del Buen Acuerdo y además acudían allí donde eran requeridos sus servicios.
Según aparecía publicado en el "Telegrama del Rif" del 14 de abril de 1910, esta abnegada, sacrificada y valiente monja, se prestó de forma voluntaria y altruista, a que le extirparan tres trozos de piel de su brazo, para practicarle un injerto a un soldado del Regimiento de Infantería de Saboya núm. 6, que era D. Gabriel Fernández González, el cual, había resultado gravemente herido en los combates que había participado el mencionado regimiento.
El Diario Oficial del Ministerio de la Guerra publicaba:
" El Rey (q.D.g) ha tenido a bien conceder a la hermana religiosa del Buen Consejo, Sor María Alegría de Jesús, la cruz de primera clase del Mérito Militar, con distintivo rojo, libre de gastos, por su distinguido comportamiento y extraordinarios servicios prestados en los hospitales militares de Melilla durante la campaña. Es al propio tiempo la voluntad de S.M., se signifique a la expresada hermana al Ministerio de la Gobernación por si en consideración al sublime acto de abnegación y caridad cristiana que ha realizado prestándose voluntariamente a que le fuera arrancado un trozo de su piel para hacer un injerto epidérmico necesario a la curación del soldado del Regimiento de Saboya núm. 6 Gabriel Fernández y Rodríguez, se conceptuara procedente disponer se incoe el oportuno expediente para su ingreso en la Orden civil de la Beneficencia…"
Además de Cruz del Mérito Militar, se le concedió la de Beneficencia, la Ciudad de Melilla le concedió la Medalla de Oro y le dedicó una calle, recibiendo también otras condecoraciones.
El 29 de julio de 1960 falleció Sor Alegría en Melilla a los 80 años, constituyendo su sepelio una gran muestra de duelo.
Para más información se puede acceder a la propia página web de este Centro:
http://www.ejercito.mde.es/unidades/Madrid/ihycm/Centros/melilla/actividades.html
