La playa de Horcas Coloradas II amaneció ayer de nuevo con la bandera negra que se había izado el día antes después de que se encontraran tres escorpiones debajo de una de las rocas. Pero fue por poco tiempo, ya que en torno a la una de la tarde, el Servicio de Socorrismo y Salvamento cambió el color de la bandera y, como el resto del litoral melillense, ondeó la verde para volver a permitir el acceso de los bañistas, una vez que desaparecieron los escorpiones y la Consejería de Coordinación y Medio Ambiente revisara a fondo toda la playa sin encontrar nuevos ejemplares. El consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, explicó que durante las 24 horas que la playa de Horcas II estuvo cerrada al público, su departamento estuvo revisando la playa y desarrollando labores de limpieza. Sobre todo, en la zona donde aparecieron los escorpiones, donde se estaban retirando unas piedras de grandes dimensiones mediante maquinaria pesada.
Según relató Quevedo, estas especies no llegaron a la arena de la playa, puesto que fueron halladas justo en la unión de la arena con las escaleras que llevan a la zona hormigonada, y que presenta algunas grietas.
Los escorpiones, indicó Quevedo, regresaron de forma natural al monte trasero. Con la revisión a fondo se ha comprobado que no existen más ejemplares en la playa. Además, ya se han retirado las piedras más grandes de la playa, que era el lugar donde podían esconderse, ya que “son animales nocturnos y de día no salen”.
Por lo tanto, “parece que no debe haber ningún problema ni repetirse esta situación”, quiso tranquilizar el consejero, que incidió en que la medida de cerrar la playa se adoptó por precaución “porque se podían haber eliminado o trasladado los tres ejemplares para que la playa siguiera siendo utilizada por los bañistas”.
Tras la revisión, Quevedo dijo que están “seguros” de que no hay más ejemplares de escorpiones en la playa, y aclaró que no son venenosos, aunque la picadura es molesta “como puede ser la de la avispa”.
