La colección de paisajes de Andrés García Ibáñez que desde el 12 del pasado julio cuelga de las paredes del Museo de Arte Contemporáneo en la plaza Pedro de Estopiñán tan sólo se podrá ya visitar hasta el próximo domingo día 13 del mes en curso. Se trata de una novedosas recopilación de 30 paisajes del pintor figurativo de renombre internacional. Es además el impulsor del Museo Casa Ibáñez de Olula del Río, así como del Museo de Arte Contemporáneo de Melilla y la Escuela de Formación de Realismo Figurativo con el artista pictórico reconocido internacionalmente, Antonio López. La muestra que se expone en el recinto del Pueblo cuenta con el respaldo de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino para la Ciudad Autónoma de Melilla, y en concreto para el Museo Ibáñez donde se expone por primera vez esta selección de paisajes del pintor almeriense Andrés García Ibáñez nacido en 1971.
Y fue Juan Manuel Martín, comisario de exposición quien seleccionó, junto al propio artista, treinta obras elaboradas por Ibáñez a lo largo de los últimos cinco años.
De hecho, la mayoría de los cuadros no habían sido expuestas con anterioridad ya que pertenecen a siete series desarrolladas por el pintor andaluz a lo largo de las últimas décadas como son los casos de 'Almería' 'Paisajes españoles', 'El Saliente', 'Casa Ibáñez”, 'Las canteras', 'La Calahorra' y 'Toledo', entre otras.
Naturaleza
En cuanto a la forma en la que Andrés García Ibáñez afronta el paisaje, el comisario de la muestra señala que, "ante la actualización del género alejada de vínculos románticos o filosóficos, los paisajes de Andrés García Ibáñez son fiel reflejo, de ejecución directa y sincera -con predilección por la primera intención-, del espectáculo visual y luminoso que a la sensibilidad extrema del artista ofrece la Naturaleza, disfrutando especialmente el pintor de la ejecución del natural, de la captura del momento, de la luz exacta y los colores en estado puro, en línea con algunos de nuestros clásicos contemporáneos a los que, por cierto, admira profundamente, como el caso de Sorolla o Antonio López".
Ingente producción
El pintor figurativo, Andrés Ibáñez, tiene una prolífica producción con la que ha logrado el respeto y prestigio internacional.
En su obra se hace patente su total dominio de la luz y del color, el dibujo y la traslación al lienzo de los más profundos pensamientos filosóficos o los más sutiles juegos iconográficos. Ademas, en su obra conviven armónicamente el gesto definitivamente clásico y una actitud radicalmente moderna, una técnica precisa, aprehendida en los grandes clásicos del arte hispano, como Velázquez, Goya y Sorolla y una personalísima poética íntima. Elementos característicos que se aunarán, al margen de sus innegables cualidades técnicas y calidades plásticas, a sus constantes guiños a la tradición pictórica y su acerada crítica a los poderes institucionalizados y a aquellas tradiciones consideradas por el artista como "putrefactas". Dos máximas siempre presentes en una producción donde también tendrán cabida muestras magistrales en géneros "tradicionales", siempre reinterpretados desde la contemporaneidad propia del hecho artístico y la realidad histórica y social que al artista le ha tocado vivir, como el paisaje, el retrato y la naturaleza muerta.
