La Asociación por la Solidaridad y la Igualdad Social (ASIS) anuncia acciones legales contra las personas que a través de las redes sociales, utilizando incluso perfiles falsos, han insultado tanto a la presidenta de la entidad como a sus trabajadoras, a las que han dedicado insultos como "moras vendidas" por el hecho de haber reconocido ser amigas de Juan José Imbroda. Afirman que la trayectoria de ASIS está recogida en las hemerotecas y que por el hecho de ser bereberes no tienen por qué pertenecer a un determinado partido. Es más, las portavoces de la entidad se declararon "mujeres musulmanas, españolas y libres". Yeiza Amar (secretaria); Nafija Mohand (tesorera); Farah Mimun (vicepresidenta) y Anisa Mohamed (responsable del Banco de Alimentos y del Voluntariado) se convirtieron ayer en portavoces de la entidad para denunciar la campaña de acoso e insultos que vienen sufriendo desde hace unos días en las redes sociales.
Ataques
El desencadenante de todo ello es un video editado y subido en el grupo "Opinión popular de Melilla y Viceversa" en el que la presidenta de la entidad, en el acto de clausura de las actividades de verano, agradecía a Juan José Imbroda el respaldo que daba a la entidad, al tiempo que declaraba que era su amigo. También se subió una foto del acto en la que aparecen los componentes de la entidad junto a los voluntarios y varios miembros del gobierno de la Ciudad. A raíz de ello, han recibido "insultos, calumnias y vejaciones tanto políticas como religiosas".
Tanto el video como la fotografía cuentan con numeroso comentarios y ataques por parte de determinados perfiles. De hecho "nos han llamado moras vendidas, falsas, que no representamos a nadie, que nos quitemos el pañuelo, que menuda imagen estamos dando a nuestros hijos, etc.; pues la imagen que le doy a mis hijas es que somos mujeres trabajadoras, libres y luchadoras", indicó una de las portavoces.
En los ataques, según señalan, se da a entender que las responsables de ASIS se benefician económicamente de las subvenciones que reciben por parte de distintas instituciones, como la Ciudad Autónoma. Además "se pone en entredicho la labor que realiza la entidad, tachándola de asociación fantasma". Apunta, sobre este particular, que es fácil recurrir a la prensa o incluso a buscadores como Google para comprobar la labor y el trabajo que realizan, "pero también pueden ir a Bienestar Social a ver los informes que enviamos". Agradecen, no obstante, "los cientos de mensajes recibidos por Whatsapp, telegram y Messenger de personas cercanas y los más sorprendente mensajes de muchas personas desconocidas, trasladándonos su apoyo, solidaridad y empatía".
Como consecuencia de todo ello, ASIS anuncia que emprenderá acciones legales "contra todos los mensajes de perfiles que han atentado contra el honor, calumniado e injuriado en redes sociales, así como las cadenas de whatsapp", porque es "muy alarmante que en un Estado de Derecho ciertos individuos con carácter sectario mezclen política con religión y lleguen a decir que no somos musulmanas, que somos unas traidoras, vendidas, hipócritas, que irán al infierno, y un largo etc. por no compartir ideología política, creyendo que por ser mujeres musulmanas no tenemos libertad de elección". Indican que los insultos proceden de perfiles "falsos de personas y actividades de un partido político" que no concretaron pero que espera que sea la justicia la que resuelve dudas y actúe con contundencia.
"Desde ASIS damos todo nuestro apoyo a nuestra presidenta y a todos los voluntarios que de manera indirecta e injustamente se han visto involucrados en este desagradable asunto", indicaron.
Mezclar política y religión
Dejaron de manifiesto que al igual que la presidenta de la entidad, ellas también consideran a Imbroda "un amigo" sin que esto suponga a la fuerza su afiliación al PP. "Somos bereberes, pero somos mujeres españolas, europeas y libres para escoger amistades y decidir elegir militar en el partido que queramos. El hecho de ser musulmanas y llevar velo no nos hace ser propiedad de ningún partido político", indicaron. En los ataques recibidos "se llega a cuestionar nuestro grado de fe, hasta el punto de invitarnos a quitarnos el velo porque no somos musulmanas, pero esto da imagen de la actitud sectaria y esquizofrenia de personas que se dedican a unir política con religión".
