Tras nueve intensos días, la feria de Melilla echará esta noche el cierre. Finalizará una larga semana de festejos patronales que se inició con un relativo descenso en el número de visitantes, pero que supo recuperarse a partir del lunes de la tapa. Este año se ha apostado por los más pequeños con la oferta de la caseta infantil, así como por las familias, posibilitando que las casetas tradicionales incluyeran espectáculos musicales a cargo de artistas locales. Sin duda, uno de los grandes éxitos de esta edición ha sido el 'Espacio Joven'. La coincidencia del inicio de la feria con la celebración esos días de la pascua del sacrificio puede ser la causa de que durante el primer fin de semana la afluencia de público al recinto ferial y la zona de carricoches no hubiese sido tan numerosa como en otras ocasiones, pero con el lunes de la tapa, se inició un paulatino incremento de visitantes que se constató tanto en el día del niño, como en el tramo final de los festejos patronales a partir del jueves. Aún así, se estima que a lo largo de la feria, -en la que se ha realizado sin duda una clara apuesta por reforzar la seguridad con mayor presencia policial, bolardos para impedir el paso de vehículos y la instalación de más cámaras de seguridad-, han podido pasar por la plaza de San Lorenzo algo más de 300.000 personas. Las cifras se conocerán la próxima semana, una vez finalicen los festejos y se haga balance.
En cualquier caso, el deseo de caseteros, feriantes y organizadores, es que este tramo final de la feria se desarrolle en el mejor de los ambientes y, en especial, sin incidentes dignos de mención.
Los grades éxitos
A la espera de las cifras oficiales de participación, lo que sí se confirma es que el día de la tapa se ha convertido en un buen reclamo para acudir el lunes de feria a la plaza de San Lorenzo, se recurra después o no a solicitar la tapa a un euro. El día del niño volvió a ser todo un éxito, como lo demuestran las colas que se formaron durante toda la tarde en las atracciones infantiles tanto de niños melillenses como de visitantes.
El miércoles se apostó porque fuera el día de la manzanilla, una jornada en la que pidiendo en cualquier caseta una ración concreta a seis euros, el comensal recibía una riquísima botella de vino manzanilla. Si la iniciativa cuenta con el respaldo suficiente, Festejos no descartaría que se reeditara cada año. Aún así, desde la Viceconsejería que dirige Francisco Díaz se sigue apostando por incorporar novedades y propuestas que sean del gusto de los melillenses y les anime a acudir a arropar sus festejos patronales.
En este sentido, el que se haya recuperado la tradición de instalar una gran portada de feria ha sido todo un acierto, según se han manifestado los melillenses en las redes sociales. La portada en sí se ha convertido en un atractivo más con sus exhibiciones de música y luces.
Sin duda el 'Espacio Joven', el conjunto de actuaciones musicales, conciertos y competiciones programadas por las áreas de Festejos y Juventud para el público juvenil en la caseta oficial, se ha convierto de nuevo en el gran éxito de la feria. A diario se han registrado colas numerosas de jóvenes que no dudaban en aguantar hasta tres horas bajo el sol para poder disfrutar de las propuestas de cada jornada.
Los conciertos nocturnos también han conseguido su misión, entretener y dejar pequeña a la caseta oficial, como ocurrió con actuaciones de grupos como Dvicio o Taburete.
En cuanto a los espectáculos taurinos, la afluencia de público se estima que fue superior a la del pasado año, tanto en la capea popular como en el magnífico mano a mano que ofrecieron los maestros Juan Mora y Antonio Ferrera.
Le toca a los melillenses puntuar la programación de los festejos patronales, decidir si les gusta más la feria de día que la de noche, ambas o ninguna, pero sin duda la feria no deja a nadie impasible.
